Esta es la segunda historia de los desalojados, de los sintecho de Gazcue. Pronto irán a Jardines del Gautier, urbanización que les construye el gobierno para que tengan donde vivir y prosperar.
Recordemos que el desalojo de las 53 familias que ocupaban ilegalmente un inmueble privado desde hacía muchísimos años, es el resultado de una sentencia firme de la justicia dominicana que autorizó a sus dueños privados recuperar su propiedad.
Estas familias fueron dejadas a la intemperie, convertidas de repente en familias sintecho. Ancianos, niños, familias numerosas, en la más absoluta tragedia, condición agravada por la pobreza y la exclusión de sus integrantes.
Danilo Medina quedó estremecido al conocer el drama y puso de inmediato en movimiento al gobierno. Hay que decir que la indiferencia no va con él ni con su gobierno. Danilo Medina, digamos entre paréntesis, es de los presidentes que practican la política de poner el Estado al servicio de sus ciudadanos.
El presidente de la República, en su condición de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, apeló nueva vez a la oficialidad y a la tropa de nuestro Ejército. Recientemente, en la construcción del nuevo poblado de Boca de Cachón, nuestros militares demostraron que pueden construir con presteza, calidad y bajo costo. En poquísimo tiempo, ahorrando miles de millones de pesos, construyeron un poblado bellísimo, modelo habitacional rural del gobierno de Danilo Medina.
La construcción de la urbanización Jardines del Gautier marcha aceleradamente. Desde el principio hasta el sol de hoy. El Batallón de Ingeniería de nuestro Ejército, con sus ingenieros y soldados han levantado 53 viviendas en tiempo record. En tres meses. Compromiso, solidaridad y disciplina de nuestros militares con la política social del gobierno de Danilo Medina. Orgullo patrio.
Cada casa tiene un área de construcción de 69 metros cuadrados, con 3 habitaciones, sala-comedor, cocina y baño en un solar de 250 metros cuadrados.
En Jardines del Gautier tendrán también estancia infantil, parque, áreas deportivas, calles asfaltadas, agua y luz y la alegría de la casa propia.
Los sintecho, los desalojados de Gazcue han ido a ver como marcha la construcción de sus casas. Están encima de su cartón, pendientes de lo que va a ser pronto suyo.
Están locos por mudarse. «Hay que irse para allá rápido», dicen contentos.
