Jason Bourne

¿La C.I.A. es tan ingenua y sus agentes tan infantiles como nos muestra este filme? Es una pregunta retórica. Pues bien, no es más que otro filme del protocolo comercial tiro-bomba-trompadas. Eso sí con un elevadísimo sentido del lenguaje cinematogr

¿La C.I.A. es tan ingenua y sus agentes tan infantiles como nos muestra este filme? Es una pregunta retórica. Pues bien, no es más que otro filme del protocolo comercial tiro-bomba-trompadas. Eso sí con un elevadísimo sentido del lenguaje cinematográfico que se expresa en el uso innovador de la cámara, una banda sonora que te deja suspendido en un universo sonoro de alta calidad. Todo eso al servicio de un adecuado tejido argumental que no suelta al protagonista en ninguna secuencia que nada en medio de un remolino de intrigas. Lo mejor de lo mejor de este filme y de los dos anteriores son las escenas de pura acción en las que no es perentorio absolutamente ningún dialogo, precisamente porque son acciones y reacciones, persecución y escape perfectamente articuladas. Por momentos se siente un drama político en clave de suspense donde los personajes son fríos y actúan como piezas de reloj. Como spin-off (inspirado en los anteriores), el filme es una pila de tramas con el aditivo de la vigilancia líquida: espionaje total y en cualquier lugar del mundo dominado por los servicios de seguridad norteamericanos. La vigilancia mediante redes sociales, celulares, computadoras, etc. Todo esto es puesto en escena mediante el empleo de la cámara siempre en la mano, en un estilo documental o noticioso muy peculiar y en uso de tomas largas con algunos zoom, fuera de foco a priori, cortes que parecen errados, tomas que aparentan no decir nada y, por supuesto, todo es moderadamente planificado para que tenga ese frenesí que se imprime a las escenas de acción. Esta narrativa aliada al montaje y la edición hacen que cualquier intervención de la palabra hablada sea un estorbo. Definitivamente la industria del cine, paradójicamente, ha revolucionado los filmes de acción al tiempo que va creando empatía por este tipo de narrativas que ya estuvo presente en filmes de bajo presupuesto y en cine-arte. Matt Demon (Jason Bourne) reparte presencia con Tommy Lee Jones (diretor de la CIA) y Vincent Cassel como el agente secreto implacable que va atrás de Bourne. La agente “buena” de la CIA, interpretada por Alicia Vikander, y es el instrumento para finalizar el filme en un prodigo deus-ex-machina (ella, su personajes, es una deidad (dios) que resuelve la situación del protagonista dándole un giro a la trama). 

H HH. Guión y dirección. Paul Greengras. Género: acción. Duración: 123 minutos

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