Los cabalosos dicen que el espíritu de El Jefe siempre está gravitando sobre nuestro país y que, de vez en cuando, hace acto de presencia para hacer una que otra travesura. Otros, más extremistas, aseguran que cada dominicano lleva en su interior un pequeño Trujillito.
Y las fundaciones de anti-trujillistas y familiares de anti-trujillistas tienen su espacio para hacerse sentir ante cada manifestación, sea sincera o no, hecha a propósito o no, que estiman es una alabanza al régimen tiránico que condujo con mano de hierro (¡y qué hierro!) y durante más de 31 años el Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo Molina.
Todo cuanto antecede va como preámbulo para repetir lo dicho este miércoles por el presidente Hipólito Mejía ante la asamblea ordinaria del Instituto de Generales y Almirantes en retiro de las Fuerzas Armadas. Lean ahí: “Yo hice el servicio militar obligatorio, y yo quería hacer el servicio militar obligatorio, pero mis gentes me convencieron que eso era época de El Jefe.
Yo creo que hay muchas cosas de El Jefe que se necesitan. Yo no soy de los que tienen la patología de la libertad y de que todo lo de El Jefe es malo. Yo no creo eso. Hubo cosas malas como en todas partes, pero hubo muchas cosas buenas”. Chupe usted y déjeme aunque sea el conscripto…
Genio y figura
Si el presidente Mejía se dejara asesorar y acogiera con humildad los consejos y recomendaciones de los consultores, nacionales y extranjeros, que han sido contratados para “ayudarle” en su campaña, por lo que están recibiendo honorarios en USD$ y en RD$ considerados extraordinarios, no dejara salir expresiones como esas, que pueden venir del fondo de su corazón pero es preferible dejarlas allí y no lanzarlas al consumo mediático, mucho menos ahora que él está en medio de una campaña electoral.
Ayer mismo me enteré del disgusto de uno de sus consultores foráneos que a media mañana recogió y llamó al frontdesk del hotel en que se aloja para hacer checkout. Lo que dicen es que el candidato perredeísta será genio y figura hasta la sepultura…
