Jueces y reclamos

La semana pasada unos jueces de Samaná se negaron a asumir sus roles por una cosa tan simple como la falta de pago de unas dietas, un hecho singular,  que nos da una idea de cómo andan las cosas. Interesantes vocaciones gremiales que…

La semana pasada unos jueces de Samaná se negaron a asumir sus roles por una cosa tan simple como la falta de pago de unas dietas, un hecho singular,  que nos da una idea de cómo andan las cosas.

Interesantes vocaciones gremiales que se despiertan entre los miembros de los tribunales de la República, y al mismo tiempo, una clara indicación de las precariedades en que se desenvuelven quienes administran el Poder Judicial.

Es perceptible que se están produciendo cambios en los códigos de comportamiento de los dominicanos. ¿Jueces negándose a subir a estrado porque no les pagan dietas?  ¿Desinhibiciones entre dignidades de ese calibre?  ¡Quién lo iba a imaginar!

En cualquier caso, podría decirse que estos hechos son preferibles a la abundancia entre magistrados que no tendrían manera de justificar.

Pero no debíamos dar estos espectáculos. Los jueces de la República deben ser cautos, aunque ya ha sido plantada una instancia de amparo  de la Red Nacional de Jueces ante el Tribunal Superior Administrativo (TSA).

En forma alguna objetamos las aspiraciones de los jueces y del Poder Judicial en su conjunto, pero tenemos dudas fundadas acerca de los métodos de reclamación que utilizan.

Los jueces forman parte de un poder del Estado. Si bien ellos como gremio no son la expresión institucional de ese poder, son quienes lo personifican, toda vez que ejercen una misión tan elevada como la administración de justicia.

Los jueces deciden muchas materias, son parte de la gobernabilidad. Ayudan a resolver los conflictos entre las personas, entre el Estado y las personas, naturales y morales.

Son entes, actores que deben calcular muy bien lo que hacen, porque su accionar tiene un impacto directo en la percepción de la gente sobre una institución tan importante del Estado como es la justicia.

A cualquiera se le puede ocurrir que estamos ante un conflicto entre elementos de un poder del Estado y otro poder del Estado.

Con razón, el presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) ha preferido declararse en reflexión. Hay que reflexionar sobre el destino de la República.

Hay “luchas” que deben ser llevadas con cierta mesura y especial prudencia. l

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