El diputado Rafael Méndez denunció que las aguas de los lagos Enriquillo y Azuei están empujando hacia el lado dominicano a comunidades enteras haitianas. En declaraciones a elCaribe, Méndez dijo que estuvo de visita por la comunidad conocida como “Las 40” en Jimaní y pudo constatar que el lago ha separado el poblado y que los haitianos se han ido mudando a la parte dominicana.
“El lago Azuei los ha estado empujando a ellos y no tienen otro camino que meterse para la República Dominicana, son unas 60 familias que viven en la más increíble pobreza”, sostuvo.
Alertó a las autoridades porque, según dijo, ninguna institución regional le está haciendo caso a esa situación.
El legislador del Partido de la Liberación Dominicana dijo que incluso ya están viviendo de este lado de la frontera porque la parte de tierra en donde vivían ha sido ocupada por las aguas de ambos lagos.
Manifestó que esa gente vive sin escuela, las casas tienen pisos de tierra y no cuentan con centros de salud. Se preguntó cómo las autoridades nacionales no se han dado cuenta de esa situación.
En secreto
Méndez dijo que el poblado está lleno de carbón vegetal que no son de su propiedad sino de dominicanos que los pasan por las carreteras a los ojos de las autoridades criollas con fines de venderlos en el vecino país.
Aclaró que durante la visita pudo darse cuenta que solo haitianos viven en el lugar que se dedican a hacer carbón sin ningún control sobre la vegetación dominicana en esa parte de la frontera.
“Todo ese carbón que hay en esa comunidad no se produce por ahí, lo llevan de otro lado del país y lo tienen almacenado ahí para llevarlo para pasarlo a Haití, que es donde tiene mejor mercado”, dijo Méndez.
Preocupación
El diputado Rafael Méndez ha venido denunciando durante largo tiempo el desastre social, ecológico y económico de los poblados cercanos a los lagos Enriquillo y Azuei luego del paso de las tormentas Olga y Noel en 2007.
En declaraciones recientes a los medios de comunicación dijo que el lago Enriquillo ha crecido unos 21 metros vertical y unos 3 mil horizontal, de acuerdo con informaciones recibidas de expertos en materia hidrográfica.
El legislador peledeísta por la provincia Bahoruco indicó que los investigadores han establecido que “el espejo o superficie de agua” del lago es de unos 430 kilómetros cuadrados, lo que significa un crecimiento 180 kilómetros cuadrados y que “las perspectivas son de continuar el crecimiento.
