“No pensaba que me ganaría la vida con la música”

Jorge Drexler recibía feliz nuestra llamada. Le acababan de informar que realizará una segunda función en la República Dominicana, ya que las boletas para el concierto del 29 de noviembre en el Teatro Nacional fueron pocas para sus admiradores.…

Jorge Drexler recibía feliz nuestra llamada. Le acababan de informar que realizará una segunda función en la República Dominicana, ya que las boletas para el concierto del 29 de noviembre en el Teatro Nacional fueron pocas para sus admiradores. No podía estar más contento con las expectativas que reinan en un país donde anteriormente habían aplazado sus actuaciones debido a problemas de fecha o grabaciones de discos. Ahora viene con su amigo Alex Ferreira, no solo a cantar, sino también con mucha curiosidad de conocer esta tierra caribeña, su gente y su cultura.

¿Qué te atrae de la música dominicana?
Ayer estaba conversando con Michel Camilo, y estuvimos hablando de otro grande, Juan Luis Guerra, a quien admiro muchísimo desde “Bachata rosa”, que escuchábamos en Uruguay con su visión, cuando yo todavía trabajaba de médico. Toqué durante mucho tiempo una versión de “La bilirrubina” que probablemente retome ahora para cantar en vivo. Me gusta la bachata y me gusta el merengue, me gustan mucho los dos ritmos nacionales de la República Dominicana. Si pudiera ir a escuchar algo luego del concierto estaría encantado.

“Bailar en la cueva” es otro gran éxito en tu carrera, ¿esperabas que el disco funcionara de esta forma?
A mí siempre me cuesta un poco la palabra “éxito”. Trato de evitarla lo más que pueda. La acepción médica, que proviene del latín “exitu”, en medicina, es como muerte. ¿Por qué te digo esto? El éxito es como si uno llegara al final de un proceso, a la salida, como si alguien estuviera consagrado. Y yo, en realidad, siempre he pensado que estoy en la formación, en la mitad de un proceso, y eso es lo que más me gusta… No tengo expectativas, nunca había tenido la meta de estar donde estoy hoy en día, soy muy agradecido de las cosas que me han pasado.

Tampoco he sido un gran vendedor de discos, entré cuando la industria discográfica ya se estaba derrumbando, y siempre me he divulgado más de boca a boca o de blog a blog que a través de los grandes medios de difusión. Pero estoy muy contento con lo que la vida me ha ido regalando con la música. Prefiero hablar más de la alegría que de éxito.

Entonces, ¿cómo podemos llamarle a esa popularidad que tienes aquí y en otros escenarios del mundo?
Te agradezco mucho que lo veas así. Yo estoy muy feliz con el público que tengo, estoy muy agradecido. ‘Popularidad’ es un término que me gusta más que éxito o que fama.

Pocos admiradores conocen que a parte de músico eres médico…
Soy médico general con el posgrado abandonado en mi segundo año porque Joaquín Sabina me invitó a tocar con él en España. Empecé a estudiar música cuando tenía cinco años y Medicina a los 18, primero empecé a estudiar música y luego durante un tiempo hice las dos cosas. Mi primer disco, que salió en casete, vendió 33 unidades, de las cuales conocí a 31 de las 33 personas que lo compraron porque se los vendí directamente. Fue todo muy gradual, y yo ni siquiera pensaba ganarme la vida con la música, simplemente por amor a las canciones, por amor a escribir algo, las ganas de dejar un testimonio personal, con dejar una huella en el mundo, por eso me puse a hacer discos. Tenía ganas de venir a mi ciudad a decir algo, y ahí cuando me invitó Sabina a España me di cuenta de que podía vivir de la música aquí en España. Varios cantantes muy conocidos empezaron a grabar mis canciones, Ana Belén, Víctor Manuel, Pablo Milanés, Miguel Ríos, Rosario Flores, Ana Torroja, entre otros. He trabajado prácticamente con toda esa generación en España.

¿Has analizado si hay una similitud entre música y medicina?
Sí, hay muchas similitudes. Durante mucho tiempo pensé que esos 10 años que duré en la facultad de medicina habían sido una pérdida de tiempo. Pensé que si hubiese iniciado antes en la industria discográfica los habría aprovechado. Pero esa década me ha dejado muchísimos regalos, me ha enseñado mucho del ser humano, mucho acerca de la vida, de la biología, de cómo funciona un organismo, de la enorme complejidad y del milagro que es la vida. Me han enseñado cómo reacciona una persona ante el sufrimiento, cómo reacciona cuando tiene poder, el poder que va a decidir entre la vida y la muerte de otras personas. Me han enseñado también sobre la disciplina personal, de aplicación a un estudio o a la preparación de algo, puede ser un examen o puede ser de un disco.

Sobre el nuevo disco, ¿a qué se refiere con el título “Bailar en la cueva”?
La canción que abre el disco es una declaración de intenciones de “bailar en la cueva”. El disco es un homenaje al baile y a la música. Es decir, al hecho de que el ser humano conociera la música hace tantos miles de años, mucho antes de la arquitectura, la agricultura, la escritura. Llevamos decenas de miles de años haciendo música, no ha existido una civilización humana que no tenga música entre sus rituales. Hoy en día la cueva puede ser una discoteca, un teatro, puede ser un templo, un salón de clase, donde la gente se junta, es el símbolo del primer lugar de reunión. El disco es algo más rítmico, por eso grabamos en Colombia, parte en Puerto Rico, también con la participación de Visitante (Calle 13). Grabamos en Brasil con Caetano Veloso. Es un álbum muy latinoamericano, además, muy basado en la experiencia que yo tuve en estos años recorriendo el continente.

Estás nominado a varios Latin Grammy, ¿asistirás a la ceremonia?
Comparto varias postulaciones con Calle 13. Tengo cinco nominaciones en total, lo cual es un orgullo muy grande. Mi disco está situado entre artistas y colegas que admiro mucho y que tienen una mayor difusión que yo. Y claro, estaré en la ceremonia de esa noche, es el mismo viaje que me llevará luego a Uruguay y a República Dominicana.

¿Aspiras en el futuro a otro premio Oscar?
Es un premio muy importante para mí, pero no lo tengo en mi estudio de trabajo, ni donde escribo las canciones. A mí me gusta pensar que uno escribe las canciones para otra cosa, no para los premios. Ganar otro Oscar no está en mi mente… si llega será bien recibido al igual que este.

El Oscar
Drexler ganó el premio Oscar a “Mejor canción original” por “Al otro lado del río” en el filme “Diarios de motocicleta”.

Lugar especial
Durante la conversación con elCaribe indicó que la estatuilla del premio Oscar la tiene en la biblioteca de su casa.

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