“Corregir lo que está mal, continuar lo que está bien y hacer lo que nunca se hizo” fue el eslogan de campaña con el que Danilo Medina conquistó al electorado en las elecciones generales de 2012 y se embarcó en un Gobierno que concluye con muchas promesas incumplidas.Al repasar el discurso de toma de posesión del pasado 16 de agosto, donde el Presidente hacía una declaración de intenciones y exponía cuáles serían las principales prioridades de su administración, se aprecian sombras sobre trece iniciativas anunciadas que no llegaron a concretizarse.
Consolidar la firma de los pactos fiscal y eléctrico, terminar con los apagones, bajar la tasa de mortalidad materna e infantil, erradicar el analfabetismo, titular más de 150 mil inmuebles, disminuir la tasa de feminicidios y someter a la Justicia a aquellos funcionarios acusados de corrupción sólo con el rumor público, son algunos de los ofrecimientos que quedaron en el terreno de lo que “nunca se hizo”.
Obstáculos de diversa índole impidieron la firma de los dos pactos previstos en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), y aunque en los últimos meses hubo un intento por acelerar las discusiones y allanar el camino para arribar al Pacto Eléctrico antes de la juramentación del mandatario, será un reto a asumir en su próxima gestión. Lo mismo que el pacto fiscal.
Si hay una promesa que ha sido incumplida reiteradamente por los últimos presidentes que han gobernado el país ha sido la de terminar con los apagones.
Medina, no pudo concluir con la construcción de las plantas a carbón de Punta Catalina, las cuales según sus funcionarios representan la “solución definitiva” al deficiente suministro eléctrico.
Analfabetismo
Aunque Medina contaba que para el 8 de septiembre del 2014 el país habría de ser declarado y reconocido internacionalmente por la Unesco como territorio libre de analfabetismo, lo cierto es que en la “hermosa epopeya” en la que se embarcaron 900 mil dominicanos inscritos en los núcleos de aprendizaje del Plan Nacional de Alfabetización, poco más de la mitad (561,000), lograron obtener los certificados que acreditan que saben leer y escribir.
“¡Será una victoria que recordaremos para siempre! ¡La educación es el nuevo nombre de la libertad!”, proclamaba Medina ante la Asamblea Nacional, arrancando efusivos aplausos de legisladores, diplomáticos y funcionarios presentes.
El Presidente también prometió construir un país ético y transparente basado en la meritocracia, donde habría un combate implacable y vigoroso a todas las formas de impunidad.
“Estoy decidido a ponerle fin a la impunidad en nuestro país”, pregonaba Medina, tras anunciar la creación de la Dirección Nacional de Ética e Integridad Gubernamental, que investigaría las denuncias de corrupción por el solo rumor público. Sin embargo, es poco lo que se ha hecho contra el flagelo.
Otro compromiso fue el de disminuir la tasa de mortalidad materno infantil y convertir esta tarea en una prioridad fundamental para el sistema de salud. Al finalizar su mandato, la tasa de mortalidad neonatal es de 25 por cada mil nacidos vivos. La tercera más alta de Latinoamérica, solo superada por Haití y Guyana, según el informe “Estado Mundial de la Infancia 2016” del Fondo Mundial para la Infancia (Unicef).
No pudo hacer la cantidad de aulas prometidas
En materia educativa, el gobernante prometió construir al menos 18 mil nuevas aulas antes de finalizar el mandato, sin embargo, sólo pudo edificar alrededor de 14 mil, según reveló a mitad de junio pasado el ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, al participar en un Almuerzo en Multimedios del Caribe. Según el funcionario, obstáculos como la falta de solares en las provincias de mayor densidad poblacional impidieron la tarea. Tampoco fue lograda la meta de entregar los hospitales José María Cabral y Báez de Santiago y la Ciudad Sanitaria donde operaba el Luis E. Aybar (Morgan). Si hubo una propuesta que generó expectativas fue el programa de titulación de terrenos, cuya meta era alcanzar 150,000 nuevos inmuebles en cuatro años. Según el director ejecutivo de la Comisión Permanente de Titulación de Terrenos del Estado, José Dantés Díaz, la meta no pudo ser lograda por inconvenientes producidos por mafias y falta de pagos de terrenos expropiados para asentamientos. Fue poco lo que se hizo para bajar las altas estadísticas de feminicidios y para mejorar los salarios de los agentes de la Policía Nacional, pese a la reforma policial.
