Lo que nació como opción para hacer frente a una coyuntura, fruto de la caída de la industria textil, se ha convertido en todo un fenómeno de emprendedurismo que ha contribuido a generar 4,500 empleos directos en el renglón calzado, a través de D’ Clase Shoes Inc., con exportaciones hacia 29 países como Estados Unidos, la Unión Europea y algunos puntos de Asia. José Clase también ha incursionado con éxitos en el sector de call center con el aporte de otros 1,100 empleos y en el campo de las telecomunicaciones, a través de Wind Telecom.
¿Qué motiva a José Clase a incursionar en la fabricación de zapatos?
Lo que principalmente nos motivó fue buscar la manera de continuar en el sector, generando empleos formales de forma masiva, independientemente a la industria textil, ya que una de las pocas industrias de manufactura que requiere de empleos masivos, es la industria del calzado.
¿A qué atribuye la caída de la industria textil?
En el renglón en el que llevábamos más de 25 años, el de fabricación de pantalones, por la manera en que se negoció el tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, realmente entramos en desventaja competitiva con otras partes del mundo y sencillamente, la industria de pantalones se movió hacia otras regiones del mundo que con las negociaciones comerciales con Estados Unidos tienen mecanismos de incentivos y de reglas de origen diferentes a las nuestras.
¿Cuál es el momento en que decide entrar a la industria del calzado?
Tras presentarse esa situación de desventaja, entendimos que donde más nos convenía reinventarnos era en la industria del calzado y al día de hoy contamos con más de 4,500 empleados en el parque de zona franca de Gurabo y el parque de zona franca de Esperanza. Hemos ido creciendo con bastante éxito en el sector y al día de hoy, como D’ Clase, estamos exportando a 29 países. Nuestro principal mercado es el de Estado Unidos, Europea y una cantidad adicional de países asiáticos, donde ponemos en alto el hecho en República Dominicana.
¿Por qué hizo el cambio también al call center?
Incursionamos en los call centers y aquí en Gurabo tenemos una empresa que hoy en día tiene sobre los 1,100 empleados. Es conocida como UNO (United Nearshore Operations), donde tenemos una cantidad importante de jóvenes bilingües que pueden darle servicio a empresas norteamericanas y del mundo, contestando en inglés, español, portugués y otros.
¿Cuál ha sido su experiencia en Wind Telecom?
Emprendimos el proyecto de Wind Telecom y ya está en las principales provincias del país. Hemos ido atacando un nicho de mercado que se siente bastante satisfecho con el producto, tanto de televisión, como de internet y telefonía. Ahí el principal objetivo que hemos logrado es elevar la calidad del servicio con la competitividad y el tema de precios.
¿Imaginó que iba a tener el éxito que ha logrado?
Entiendo que con la pasión que le ponemos y el esfuerzo diario y los profesionales que nos acompañan, si se quiere se puede. No es fácil, es una tarea ardua del día a día, pero le pusimos pasión y ya, gracias a Dios, las nuevas generaciones en la familia, en este caso mis hijos José Miguel, Katherine, Alejandra, que están incursionando en los negocios, y entendemos que nos mantendremos como una empresa familiar, donde la nueva generación irá incursionando en nuevos temas y manteniendo la mística y política creadas dentro del grupo D’ Clase.
¿Cómo ha beneficiado la industria del calzado a los suplidores locales de materia prima?
Te puedo comentar que donde mayormente se ha dado el encadenamiento productivo es en el sector calzado. Más del 80 por ciento de toda nuestra materia prima la adquirimos de diferentes empresas locales. Por ejemplo, las pieles, las suelas, las cajas, los hilos y plantillas son en un gran por ciento producidos localmente. Esto crea un encadenamiento productivo con las empresas que fabrican fuera de zona franca. Otra cosa que ha beneficiado es la cantidad de empleos indirectos que crea este sector.
¿Cree que el sector zona franca se ha recuperado?
Definitivamente, de cuando comenzó a decaer al día de hoy, hemos crecido en número de parques industriales, en número de empresas. Hemos crecido en número de empleados, pero también hemos crecido en volumen de exportación, lo que se puede ver en las tablas de crecimiento que maneja el sector año por año.
¿Cuáles son las perspectivas para el sector zona franca?
Avanzaremos en la medida que el Gobierno siga tomando medidas positivas que mejoren la competitividad. Tenemos mucha confianza en que va a haber una mejora importante en el sector eléctrico y en el tema de la seguridad ciudadana. La zona franca, por lo general, tiene inversionistas internacionales que valoran mucho esto, pero vemos que el Gobierno está tomando medidas en ese sentido y entendemos que vamos a mejorar.
¿Necesita el sector algún apalancamiento para continuar creciendo?
Mejorar sistema y los precios de la energía eléctrica, la seguridad ciudadana, tanto para empleados como para inversionistas, y el tema reglas de juego claras y sostenibles. Requerimos eso, porque este no es un esquema creado ni exclusivo de la República Dominicana, el sector zona franca existe en todos los países.
¿Hay algún tema en particular que le preocupe en estos momentos?
Además del tema de la seguridad ciudadana, que el Gobierno se enfoque en estos próximos cuatro años en dos recursos importantes, el de convertir el país en exportador para duplicar el volumen de las exportaciones actuales porque eso a su vez crea el empleo que es tan necesario. Esto viene a solucionar miles de otros problemas. Otra cosa que también me preocupa, y que pudiéramos como país dar un gran brinco, es dedicarle recursos a la reforestación. Debemos preservar el agua.
¿Cree en la integración de la familia en sus empresas?
No solamente creo, ya José Miguel tiene diez años acompañándome y fue el propulsor y creador de la industria del calzado y en la empresa ocupa la posición de presidente de D’ Clase Shoes. Cuando salió de la universidad, por lo que se interesó fue por el sector calzado y es prácticamente quien lo ha llevado de cero a ser lo importante que es hoy. Kateherine está involucrada en el mercado del calzado desde Estado Unidos y Alejandra, mi otra hija, está muy ligada al tema del call center.
¿Ustedes también fabrican su propia marca?
En estos momentos estamos incursionando en una marca propia que estamos introduciendo en el mercado local, donde permitimos que las personas puedan diseñar sus zapatos por internet y esto ha tenido un impacto muy positivo en el país. La marca nuestra es Quvel y próximamente incursionaremos con ella en el mercado de los Estados Unidos.
Transformación
Estamos en calzados, estamos en call centers, estamos en Wind Telecom, ya no estamos en lo textil, todo lo convertimos a calzado”.
Exportación
Fabricamos diferentes tipos de zapatos, en su mayoría clásicos y están dirigidos mayormente a un público de entre los 17 y 45 años”.
