Ligia Bonetti de Valiente

La Reforma Fiscal, Pacto Fiscal o Paquetazo, está en la calle del medio.  Las discusiones sobre si gravan el pollo y sus respectivas tripas, el gofio si va envuelto en papel de traza o de periódico, la tilapia si comió flotante o mercurio, el chicharrón, los pasteles si van envueltos en hoja de plátano o en plástico y amarrado con un cáñamo o una soguita, los cortaos de monja (aunque en Tireo se conocen con otro nombre), la arepa si lleva clavo o es salada, el dulce de coco hecho en patio, el coco de agua, el jalao si es con melao o con azúcar prieta ( sin arena), el estropajo, los buñuelos, el aceite de culebra, la moringa con más propiedades que un senador… Todos los sectores de la sociedad tienen su posición, ya lo dijo el Cardenal espirituosamente. Y se destaca una mujer Valiente que defiende su sector, como ya defendió al salami… el de calidad (toso). Ojalá que doña Ligia Bonetti consiga, con sus sugerencias y sus aperos de Juana de Arco,  el mejor pacto, para su grupo y para el pueblo. Esperemos los frutos, pero no mucho porque se pudren.