Las acciones que implementa el gobierno de Danilo Medina en la agropecuaria dominicana están cayendo muy bien en el sector privado. La dirección que lleva el mandatario ha logrado sintonizar con instituciones como la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y otras entidades, que con frecuencia tienen los “guantes puestos”, para enfrentar a cualquier gestión cuando entienden que no camina en la línea correcta.
Danilo Medina firmó una alianza de trabajo con la JAD cuando era candidato a la Presidencia y asumió como tal las propuestas formuladas por esa organización y ha cumplido. La valoración del mandatario está alta en el seno de esa institución, entre los socios y empresas que agrupa, y eso lo dejó claro ayer Osmar Benítez, entrevistado en el Almuerzo Semanal de Multimedio del Caribe.
Benítez, presidente ejecutivo de la JAD, no anduvo con rodeos y dio todos los créditos al jefe del Estado por la forma como se ha volcado a respaldar a los pequeños productores agrícolas, que antes de su llegada al poder posiblemente no calificaban ni siquiera para pisar las puertas del Banco Agrícola.
“El presidente Danilo Medina al mes de estar en el Gobierno inyectó RD$1,000 millones al Banco Agrícola, luego en febrero de este año entregó otros RD$1,000 millones y recientemente dispuso de una cantidad similar que llegaron a las sucursales del Banco Agrícola”, dijo Benítez, cuando comenzó a sumar los recursos que ha dispuesto Medina en sus meses de gestión. La suma no se quedó ahí. “Ese es el enfoque hacia la cartera del Banco Agrícola, que normalmente tiene un portafolio colocado cercano a los RD$8,000 millones. Si usted a esos ocho mil millones le suma los tres mil millones, son 11,000 millones. Y eso nos lleva en la dirección hacia la meta programada”, apuntó el directivo de la JAD.
Benítez sustentó bien su exposición y números no le faltaron. El hombre llegó a la entrevista con tantas estadísticas que alcanzan para escribir otros artículos periodísticos. Informó que en adición a los RD$3,000 millones en efectivo entregados al Bagrícola (aparte de la cartera que tiene) el Gobierno dispuso de un aporte exclusivo de RD$1,000 millones para el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA), una dependencia de la Presidencia de la República diseñada para atender las necesidades crediticias de los productores más pobres.
Ese aporte se hizo en los primeros ocho meses de gestión, según Osmar Benítez, y cayeron en proyectos pequeños, como parte de las 67 visitas que ha girado el jefe del Estado a comunidades agrícolas empobrecidas. El apoyo que refiere el dirigente ha sido dispuesto para aquellos productores que nunca tuvieron la atención de nadie. Con relación a los RD$4,000 millones que se dispondrán para prestarle al sector agropecuario, de los 20,000 millones que liberalizó el Banco Central del encaje legal, informó que la JAD ha recibido más de 50 llamadas de productores y banqueros. De esas entidades financieras, tres de las más grandes del sistema están interesadas en ver cómo pueden colocar ese dinero, utilizando la orientación y asesoría de la JAD. Cuando Benítez suma y multiplica, concluye en que entre los fondos inyectados al FEDA, al Banco Agrícola, más los que están disponibles por concepto del encaje legal para la agropecuaria, concluye preliminarmente en que hay disponibles RD$16,000 millones. Sin embargo, agrega algo más. “Ya los fondos del FEDA se agotaron y el Presidente está disponiendo ahora una nueva inyección de por lo menos 500 millones de pesos para esa institución. Si lo resumimos hay que hablar de RD$8,500 millones de dinero fresco, reitero, fuera del portafolio normal del Banco Agrícola, lo que nos lleva a casi RD$20,000 millones para la agropecuaria. Estamos ya a la mitad del compromiso del presidente de la República”, apuntó. Todos esos recursos que citó Benítez, que llegan a respaldar el capítulo “para créditos”, llevarán a una transformación en dos direcciones, según su óptica: “Eso beneficia a la agricultura comercial y le permite alcanzar una tecnología que lleva al nuevo concepto de la rentabilidad y competitividad”, sostuvo. Se refiere a que en el concepto moderno de la agricultura no solo se habla de productividad, sino también de competitividad. “A lo largo lo importante es que el agricultor gane dinero, papeletas, que gane cuartos. Un agricultor que gana dinero es un agricultor motivado, que produce con amor y genera condiciones para mejorar su calidad de vida”, expuso.
Benítez estuvo acompañado en la entrevista de Ivonne García, gerente de la Bolsa Agroempresarial (Bolsagro), y Claudia Chez, gerente de Mercadeo de la JAD. Las dos damas acudieron al encuentro oara ofrecer detalles sobre las operaciones de la Bolsa y de la cuarta edición de la Feria Agroalimentaria 2013, a celebrarse este mes del 23 al 25 en el Renaissance Jaragua, Hotel & Casino.
¿Y el seguro agrícola?
Benítez dijo que el seguro agropecuario es un instrumento que era reclamado en el campo, que de manera indirecta contribuye a aumentar la disponibilidad de crédito. Informó que para mejor funcionamiento del seguro agrícola se creó la Dirección General de Riesgos Agropecuarios y se dispone de RD$150 millones en ese capítulo y a final de año habrá otros RD$150 millones. Esa cantidad de recursos contribuirá a que más bancos privados incursionen en la cartera crediticia del Bagrícola porque vía ese instrumento se tiene un mecanismo de garantía del préstamo. Es decir, que el agricultor contrata el préstamo y le endosa la póliza de seguro al banco, añadiendo así una garantía adicional a la entidad bancaria que la motiva más a colocar dinero.
Dentro de las acciones positivas, Benítez citó la decisión tomada por el Banco de Reservas, que dispuso de RD$4,000 millones para el programa de pignoración de arroz.
(…) Pero hay una falla
La buena valoración que hace Benítez sobre la gestión de Danilo Medina en la agricultura no impidió que citara algunas fallas que existen, no solo atribuidas a este gobierno, que apenas lleva ocho meses, sino a gestiones pasadas. Se refiere a que el país no se está preparando para el proceso de desgravación de una serie de productos protegidos dentro del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-Cafta).
“Ahí tenemos una falla. Aquí hay sectores sensibles de la economía agraria, como el arroz, la leche, el ajo, la cebolla, el azúcar, las habichuelas y los pollos, aunque en este último reglón, junto a los cerdos, estamos menos preocupados porque se ha hecho un gran esfuerzo para competir”. Rememoró que en 1995 la JAD advirtió sobre la necesidad de que el país se preparara para cuando se abriera el mercado, que partiendo de ese año que citó, sería en 10 años. Luego llegó el DR-Cafta, que le agregó 18 años a los productos sensibles de República Dominicana.
Otros productos protegidos son la carne de pavo, de res, y los yogures, entre otros. La advertencia es porque una vez se venzan los plazos de protección (algunos están cerca) se abrirán las puertas del mercado nacional para que entren rubros de EE.UU y de Centroamérica.
versión generará US$200 mm
Agroalimentaria será un nuevo éxito
Claudia Chez
Gerente de Mercadeo de la JAD
Agroalimentaria es la feria internacional de alimentos, tabacos y bebidas más importante del país. La actividad, a efectuarse del 23 al 25 de este mes en el hotel Jaragua, está orientada para hacer negocios. Hasta ayer más de cien compradores habían confirmado su asistencia. Agroalimentaria ha tenido un enorme éxito en la atracción de invitados/compradores, con el fin de coordinar ruedas de negocios personalizadas entre la oferta local e importadores de las principales ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, Chicaco, Miami, y San Francisco. En el caso de Europa podemos citar a Inglaterra, Alemania,y España, mientras que de Asia tendremos la presencia de inversionistas de Japón, entre otros lugares del mundo”.
“Bolsagro sirve de apoyo al comercio ”
Ivonne García
Gerente de la Bolsa Agroempresarial
La Bolsa Agroempresarial (Bolsagro) es un instrumento de apoyo al comercio. En términos concretos, lo que hace esta institución privada es unir a los vendedores con los compradores. La bolsa ha tenido un éxito tan notable que hasta el propio presidente de la República, mediante el decreto 569-12 dispuso que los permisos de importación de alimentos, que tanto perjudicaban a los productores del país, se obtengan a través de la bolsa. Esos permisos de importación se habían convertido en un mercado persa que generaba cerca de dos mil millones de pesos de renta, por debajo de la mesa, hoy se subastan y ese dinero va directo al fisco, para luego ser destinado al apoyo de los agricultores que producen los alimentos del país.
