Al día de hoy, el tamaño medio de las pantallas ya alcanza las 5 pulgadas, según datos recogidos por Gizmodo. Hace dos años eran 4’’ y hace siete, de 3’’. Al mismo tiempo, los marcos se hacen cada vez más diminutos.Hubo un tiempo en el que los fabricantes de celulares competían por ofrecer los terminales más pequeños. Los gigantescos ladrillos de Motorola poco a poco fueron dejando paso a dispositivos más compactos, ligeros y fáciles de transportar.
Diseños como los de los móviles con tapa o con teclado deslizante hicieron posible la creación de teléfonos tan diminutos que cabían en la palma de la mano.
Sin embargo, la llegada de los smartphones cambió el estándar. Los móviles ya no eran sólo aparatos con los que hacer llamadas y enviar SMS (y jugar al juego de la serpiente). Los teléfonos se estaban convirtiendo en ordenadores de bolsillo: navegación por Internet, mensajería instantánea, videojuegos, GPS, reproductor de música, cámara de fotos y vídeo.
En 2011, Samsung marcó un nuevo punto de inflexión con la presentación del Galaxy Note, un híbrido entre teléfono móvil y tableta que inauguró la subcategoría de los phablets. Su pantalla de 5,3 pulgadas parecía una rareza y no estaba claro si habría hueco en el mercado para un dispositivo de tales dimensiones. Pero no sólo vendió bien, sino que se convirtió en una nueva referencia.
