Todo cuanto sufre la humanidad, con tantas guerras e injusticias, en que los seres humanos son sometidos a toda clase de vejámenes, tenía que conducir a una declaración de valor y efecto internacional que consagrara el sentido de la dignidad en su más alta expresión.
Después de las brutalidades de la última guerra mundial, surgen las condiciones para que las Naciones Unidas emitieran una declaración que vendría a ser un acuerdo global incluyente de los principios de los derechos de la humanidad.
Y en efecto, en 1948 se produjo la Declaración Universal de los Derechos Humanos que ha inspirado tantos movimientos sociales. Pero fue el 10 de diciembre de 1950, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a todos los Estados y organizaciones a observar el 10 de diciembre como el Día de los Derechos Humanos.
Desde entonces, la Declaración Universal recorrió el mundo y se convirtió en bandera de los defensores de los valores intrínsecos a la vida humana. Después de esta declaración, surgirían nuevos conceptos vinculantes. De ahí la importancia de que estén consagrados en las normas jurídicas nacionales, como la Constitución y las leyes que derivan de ella, como los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
Pero todos esos derechos tienen su base común en la extraordinaria Declaración de los Derechos Humanos, que si bien son vulnerados en muchos países donde predominan regímenes tiránicos e intolerantes, desde su proclamación se levanta como la fortaleza inexpugnable de la humanidad.
63 años después de la declaración, en muchas latitudes de la Tierra aún se lucha por su vigencia.
Quisqueya tiene en su haber el “Sermón de Montesinos”, que fue el grito de los dominicos frente a las brutalidades de los españoles contra los taínos. Aquel sermón, del que ahora se conmemoran 500 años, y que se produjo un diciembre, es un grito adelantado a la valiosa Declaración Universal.
El esfuerzo de la Fundación Eduardo León Jimenes, Quinta Dominica y Fundación Propagas por promover esa proclama, merece un reconocimiento.
