A los niños también les afectan los problemas

Los niños son tan transparentes como el agua cristalina, pues debido a su inocencia se muestran tal como son, algo que los hace vulnerables ante cualquier persona que les pueda hacer daño.

Los niños son tan transparentes como el agua cristalina, pues debido a su inocencia se muestran tal como son, algo que los hace vulnerables ante cualquier persona que les pueda hacer daño. La responsabilidad de proteger y cuidar a los niños cae en manos de los padres, pero lamentablemente no siempre pueden hacerlo, siendo a veces ellos mismos (los padres) los causantes de depresión, tristeza, inseguridad y traumas en el o los pequeños de la casa.

Y es que cualquier eventualidad puede marcar un antes o un después de la vida de una niña o niño, quien en sus primeros años debe desarrollar su personalidad, habilidades y capacidades para ser un adulto proactivo y productivo para la sociedad. El no superar cualquier situación traumática puede repercutir de manera negativa en su crecimiento, impidiendo que crezca como una persona plena y feliz.

¿Cómo saber si tu niña o niño está o ha sido afectado por alguna situació juvenil, Clarissa Guerrero, las principales formas de reconocer que el niño está atravesando o atravesó una situación traumática es reconocer si el infante tiene cambios repentinos de estado de ánimos, como por ejemplo, irritabilidad, movimiento excesivo o mucha pasividad.

“Si el niño muestra retroceso en el proceso de su desarrollo, es decir, vuelve a hacerse pipí por las noches o el día, retoma objetos de transición que había dejado, se muestra muy apegado a todas sus pertenencias materiales o se chupa el dedo, son señales de que está pasando algo y los padres deben ponerle atención”, comenta Guerrero.

Otros puntos que debemos tomar en cuenta es si el pequeño desarrolla algún tic nervios o presenta dificultad para conciliar el sueño en las noches, baja las calificaciones en la escuela, si pasa de ser un niño social y juguetón a estar aislado; así como de repente presentar temores infundados, como salir de la casa o participar en actividades sociales y apego excesivo a las figuras de cuidado, entre otras.

Las consecuencias

El desarrollo de un infante puede ser gravemente afectado debido a situaciones traumáticas a las que se pudo haber enfrentado. Tanto en sus aspectos de contacto con el mundo exterior como el habla, aspectos motrices y socialización. Así como sus mecanismos internos emocionales, tanto a nivel afectivo como de autodefensa.

“Cuando el infante se somete a una situación traumática todo en su ser cambia y se produce una transformación a nivel de la psiquis”, explica la experta en conducta infantil.

Sin embargo, sin afirmar que un trauma sea una situación positiva en la vida de ningún ser humano, si se trabaja de manera adecuada a partir de estas situación pueden desarrollarse nuevos mecanismos de defensa, e incluso el fortalecimiento de la personalidad.

¿Qué deben hacer los padres? Todo dependerá del tipo de trauma al que el niño se haya enfrentado, pero en su generalidad, los padres deben aprender a manejar la culpa y la ira antes de poder ayudar a sus hijos, comenta Guerrero, quien asegura que muchos padres se culpabilizan por el trauma y se quedan estancados en este sentimiento, viéndose imposibilitados de ayudar al proceso de sanación de sus hijos.

“Lo principal es mantener la calma y proporcionar un ambiente de protección y reaseguración al niño, donde este entienda que le proporcionarán los mecanismos necesarios para su desenvolvimiento en el mundo, que muchas veces luego de los traumas, se convierte en un lugar amenazante ante los ojos del niño”, recomienda Guerrero.

Es de suma importancia que los padres deben tratar de mantener la calma y contener sus propias emociones para que asimismo los niños puedan entonces elaborar su proceso luego de la situación traumática.

Ahora bien, toda persona debe recordar que en la vida nada es seguro, y como humanos no podemos tener el control de todas las situaciones a las que se van a enfrentar nuestros hijos. Sin embargo, Clarissa Guerrero, indica lo que sí puedes hacer para criar hijos con una autoestima fortalecida, con capacidad de pensamiento crítico y tomar decisiones, así como proporcionar un seguimiento y supervisión continua, pero sin asfixiarles, para que ellos aprendan la resolución de conflictos y, en caso de que tengan que atravesar un duro momento, cuenten con los mejores mecanismos para superarlos.

Es necesario ayuda de un psicólogo

Para superar una situación en el infante, y que este no cargue el problema en la adultez, lo primero que deben hacer los padres al detectar que un niño o niña ha atravesado una situación traumática es buscar ayuda de un terapeuta clínico que pueda trabajar de manera personal con el caso e iniciar un proceso en conjunto de los padres, aconseja Guerrero. Dependiendo de la edad se requerirán diferentes tipos de terapias, en donde el niño pueda revivir este evento traumático en un espacio terapéutico que le produzca seguridad y contención y a partir de allí “elaborar” en su interior los mecanismos para superarlo.

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