Los conflictos internos son parte del día a día de los partidos del sistema, aunque en esta ocasión la tranquilidad parece predominar en todos los grupos políticos, tanto del oficialismo como de la oposición.El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) sufrió su última crisis interna durante el 2015, debido a la inicial resistencia de un sector del partido a que se propiciara una reforma constitucional para incluir la reelección presidencial.
Luego de que lograra superar esa crisis con un acuerdo interno, el 28 de mayo de ese año, la armonía ha sido casi absoluta, aunque ocasionalmente se sienten algunos “ruidos”.
Temístocles Montás, por ejemplo, calentó la pista recientemente al pronunciar un discurso muy crítico sobre el proceder del partido morado, en el que dijo, entre otras cosas, que el dinero lo había corrompido todo en la organización fundada por Juan Bosch.
Como era de esperarse, el misil de Montás no cayó bien entre los peledeístas, pero su comentario se diluyó entre las aguas de Matthew y otros acontecimientos nacionales.
Y es que, independientemente de cualquier incidente o pronunciamiento que se produzca en el PLD, se trata de un partido con dos líderes principales: el presidente Danilo Medina y su antecesor Leonel Fernández. La cohabitación de esos dos dirigentes prácticamente garantiza la armonía de la agrupación oficialista.
De su lado, el principal partido de oposición, el Revolucionario Moderno (PRM), se ve unificado, pese a la existencia de tendencias internas. Hipólito Mejía y Luis Abinader son las cabezas más visibles, y a David Collado se le considera como el líder emergente.
Aunque parecería que en el PRM hay diferencias de enfoque en cuanto a la línea a seguir como fuerza opositora, la armonía ha predominado hasta el momento.
La unidad de la organización se pondría a prueba en próximos procesos internos, incluyendo la convención para elegir una nueva directiva, que debe realizarse el próximo año.
El PRD
Si existe cohesión en esos dos partidos, la situación es más tranquila aún en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), donde Miguel Vargas parece gozar del respaldo casi total de la dirigencia perredeísta, aunque últimamente asomó con timidez la disidencia, encarnada en Aníbal García Duvergé, quien aparentemente busca el principal cargo del partido blanco.
Entre los rojos se estaría “cocinando” algo
El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) luce unido, y parecería que todos luchan por que ese partido recupere su identidad. De hecho, los reformistas están jugando un rol muy activo como opositores. Pero parecería que hay un “match” pendiente por el control del partido. Quique Antún y Ramón Rogelio Genao, por un lado, y Josecito Hazim e Ito Bisonó, por el otro, serían los protagonistas.
