La luz de la Navidad llegó a La Ensenada

Piedra Blanca, Monseñor Nouel.- “Antes usábamos lámparas y el humo molestaba, pero ahora todo es más fácil, porque tenemos bombillos”, cuenta alegre Tracy Tineo, de ocho años, una niña que confiesa estar feliz, pues ahora…

Piedra Blanca, Monseñor Nouel.- “Antes usábamos lámparas y el humo molestaba, pero ahora todo es más fácil, porque tenemos bombillos”, cuenta alegre Tracy Tineo, de ocho años, una niña que confiesa estar feliz, pues ahora La Ensenada, su comunidad, por primera vez ha visto la luz.

Localizada en una loma a 15 kilómetros de la autopista Duarte, en la provincia Monseñor Nouel, en la periferia del Parque Nacional Eugenio de Jesús Marcano, La Ensenada es un paraje del municipio de Piedra Blanca, que alberga 72 familias.

A partir de este año, gracias a la instalación de una microcentral hidroeléctrica, tendrán navidades llenas de colores, además de una mejora sustancial de su calidad de vida y una puerta abierta al desarrollo sostenible de esta comunidad.

Este proyecto es el esfuerzo conjunto de entidades públicas y privadas, como la Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS), el Banco Popular Dominicano, el Programa de Pequeños Subsidios del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (PPS-SGP/FMAM/PNUD) y varias organizaciones comunitarias que, aprovechando las aguas del Cerro Montoso, provenientes de la cuenca alta del río Yoboa, construyeron la iniciativa que aporta 31 kilovatios de energía limpia, suficientes para suplir las necesidades actuales de la localidad. Se requirieron más de cuatro años de trabajo y una inversión superior a los RD$16.8 millones. Esta comunidad, de difícil acceso en vehículos todoterreno por un camino vecinal, es una de las más necesitadas de todo el país, donde más del 80% de su población vive en situación de pobreza extrema, en viviendas de piso de tierra y paredes de tabla de palma real y manacla, techadas con zinc.

Inclusión social gracias a la energía

“La electricidad en esta comunidad se convertirá en una herramienta muy positiva de inclusión social para reducir la pobreza y generar riqueza y
bienestar de modo sostenible, aprovechando los recursos disponibles y las capacidades humanas de los pobladores”, expresó el señor José Mármol, vicepresidente ejecutivo de Relaciones Públicas y Comunicaciones del Banco Popular, quien durante el acto de inauguración de la microcentral hidroeléctrica enfatizó que, gracias a la energía, “la educación será más eficiente y garantizará un mejor futuro a las nuevas generaciones de esas comunidades”.

Es el caso de Adrián, un joven de doce años, para quien “lo mejor de tener luz es que podemos hacer la tarea más fácil y beber agua fría”. En La Ensenada solo existe la Escuela Alto del Naranjo, con un único salón de clases multigrado, desde inicial hasta el cuarto grado de educación básica, donde una veintena de niños son atendidos por un maestro rural. Los padres que deciden que sus hijos sigan estudiando los envían a vivir donde un familiar en los municipios de Bonao o Piedra Blanca.

No cuentan con servicios médicos de atención primaria

Los pobladores de La Ensenada son conscientes de que han de hacer un uso responsable de la energía que llega a sus hogares y, para asegurar su abastecimiento, deben continuar los esfuerzos en materia de reforestación, como garantía para mantener el caudal que alimenta la hidroeléctrica.

Además, el principal medio de vida y generación de ingreso de los habitantes del lugar proviene de la agricultura de subsistencia, con el cultivo de café, frutales, chinola y orégano.

La señora Cristina Cortorreal, presidenta del Comité Amor con Energía, líder comunitaria de la zona, expresó su agradecimiento a todas las personas que han cooperado para que su comunidad pueda ver la luz. “Le damos gracias a Dios y a todos los que han participado en este proyecto. Nos sentimos muy felices porque tiempo atrás teníamos otra Ensenada que no es la de ahora, pero poco a poco hemos ido cambiado nuestra situación y ayudando a que nuestros hijos tengan mejores oportunidades y puedan llegar lejos”.

Un regalo de Navidad

El espíritu de cercanía y solidaridad, que motivó al Banco Popular a destinar parte de su inversión social a este proyecto, les hizo regresar a la localidad, pero en esta ocasión, para entregar un regalo sorpresa con motivo de la Navidad.
Un equipo de empleados de la institución financiera viajó para organizar una fiesta navideña con los niños y adultos de La Ensenada, en la que no faltaron los elementos propios de estas reuniones.

En este encuentro festivo y lleno de emociones, las más de 70 familias que conforman esta comunidad disfrutaron de obsequios, brindis y música. Asimismo, los niños vivieron una tarde divertida e inolvidable en la que jugaron y cantaron, recibieron regalos de parte de Santa Claus y compartieron su alegría sobre esta nueva experiencia de tener luz en sus casas.

Luego de una tarde llena de la magia navideña, por fin llegó el momento que la gente de La Ensenada estaba esperando: el encendido de su primer árbol de Navidad, un imponente pino natural lleno de luces blancas y adornos de colores, que daba cobijo a un pesebre con la figura del Niño Dios, elaborada como un típico charamico dominicano.

Así, gracias a la energía limpia proporcionada por la referida hidroeléctrica, quedó oficialmente inaugurada la Navidad de estas familias que, sin duda, será una llena de luces, esperanzas y sueños de desarrollo.

“Vinimos con la idea de regalar, pero el mayor regalo lo hemos recibido nosotros de ustedes”. Con estas palabras de gratitud al caer la noche, el señor José Mármol cerró un día lleno de luz, emociones y nuevas experiencias en la comunidad de La Ensenada, que ahora, por vez primera, brilla con luz propia.

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