Manzanillo: “Pensé que mi carrera había llegado a su final”

JUBEY, BOCA CHICA.- El 29 de noviembre de 2011 es una fecha imborrable en la mente del serpentinero de los Tigres del Licey Santo Manzanillo

JUBEY, BOCA CHICA.- El 29 de noviembre de 2011 es una fecha imborrable en la mente del serpentinero de los Tigres del Licey Santo Manzanillo Un accidente automovilístico por poco le cuesta su carrera como jugador profesional cuando se dirigía en su vehículo hacia las instalaciones de los Cerveceros de Milwaukee en San Pedro de Macorís.

Un camión que, repentinamente, se le entrecruzó en la carretera que conduce de La Romana a San Pedro, a las 7:30 de la mañana de ese 29 de noviembre, lo llevó a realizar un giro bruscamente a la derecha, provocando que el automóvil en que viajaba fuera a parar a una barranca.

“Recuerdo que el hombro derecho se separó de su lugar”, relata Manzanillo. “Además de eso recibí varias heridas en gran parte del cuerpo. Pensé en muchas cosas cuando me vi en esa situación. Estaba muy mal de salud. No podía respirar bien”, agregó. Varios días pasaron y fueron de angustias para el lanzador, debido a que su brazo no le respondía, situación que lo sumió en la tristeza. “Me asusté porque no pude mover el brazo por varios días”. “Fueron días de mucha calamidad porque pensé que mi carrera llegaría a su final. Estuve encerrado en un mundo de mucha tristeza por todo eso que estaba pasando conmigo producto de la irresponsabilidad de un camionero”, sostiene. Pero como todo un “guerrero”, Manzanillo supo sobreponerse a ese mal momento que pasó  para poder cumplir, en un futuro no muy lejano, un sueño que siempre ha anhelado.

“Después del accidente tuve muchos tropezones, pero gracias a Dios que estamos trabajando fuerte para cumplir un propósito que me he trazado en la vida y es poder llegar a las Grandes Ligas”, expone el serpentinero que nació el 20 de diciembre de 1988. Luego de sobrepasar esa situación de salud, Manzanillo pudo regresar al terreno gracias al respaldo dado por el equipo de los Cerveceros durante los días en que se encontraba en cama.

“A Dios primero las gracias y luego a Milwaukee que siempre estuvo atento a mi salud y pude regresar a juego. Todo mi agradecimiento a ellos porque no perdieron ni un momento de su tiempo en darle seguimiento a mi recuperación”, dijo.

Durante la recién finalizada temporada de las Menores, Manzanillo tuvo, en Clase A avanzada, un récord de 1-8 y promedio de carreras limpias de 5.83 en 26 presentaciones en el montículo, con tres salvamentos en 58.2 tercios de entradas. Aceptó 71 imparables, 44 carreras (38 limpias), 39 transferencias y 35 ponches.

Era granjero

Antes de incursionar en el béisbol, Santos laboraba en una finca en la comunidad La Ceiba, de La Victoria. Es allí donde nace esa pasión lanzado objetos con forma de pelota. Es en esta zona donde personas cercanas a su familia lo observan y lo introducen a la práctica de este deporte. “De eso hace ya unos ocho años”, explica Manzanillo. En la finca trabajaba como granjero. En ese lugar me ganaba el sustento para la familia. Luego dejo ese trabajo para comenzar a jugar pelota y gracias a Dios que aún me mantengo aquí”, agregó.

Sostiene que apenas ocho meses le bastó para lograr los conocimientos requeridos para la práctica del béisbol. Con el pasar del tiempo concretiza el sueño que todo joven que incursiona en este deporte busca en su vida: ser firmado para el profesionalismo por parte de los Cerveceros en 2006.
Considerado un joven con los pies sobre la tierra, Santos no se “alocó” con el dinero que recibió como parte del bono que Milwaukee le ofreció por firmar con esa organización.

“Lo primero que hice fue comprarle una casa a mis padres (Estanislao Manzanillo y Erminia Mieses) para que vivieran mejor. A ellos les agradezco todo porque fueron los responsables para que hoy esté en el deporte. Nunca me dejaron solo en todo ese proceso de enseñanza”, sostiene Manzanillo, quien en su primer año en las Menores accionó con el conjunto AZL Brewers (Rookie League) en 2006.

Para esa ocasión registró una efectividad de 13.22 en 14 salidas, en las que laboró 16.1 tercio de entradas. Aceptó 29 carreras (24 de ellas limpias) producto de 14 imparables, transfirió a 47 hombres y ponchó a 13.

Entre las prácticas y los gustos gastronómicos

Santo Manzanillo fue uno de los lanzadores que acudió al llamado de integración temprana a los entrenamientos por parte de los Tigres del Licey para la temporada invernal que arranca el 18 de este mes. “Estoy trabajando duro para quedar en el grupo que iniciará en el torneo. Me he estado esforzando mucho. El brazo ha respondido muy bien”, sostuvo el joven lanzador seleccionado en la ronda 14 por parte del conjunto añil durante el draft de novatos de 2010. Por otro lado, Santos sostiene que cuando está en sus momentos libres le gusta escuchar música, en especial el dembow y la salsa. Asimismo, se confiesa ser amante al donplín con carne de cerdo. “Cuando estoy en el país lo como mucho en la casa de mis padres en La Ceiba y compartiendo con mis amigos en el río”, dice.

Reacciones

Lo que he visto en las prácticas de bullpen es muy positivo. Es un lanzador muy prometedor y sus condiciones son excepcionales”.
Ricardo Aponte
Coach de pitcheo del Licey

Es poseedor de un gran talento. Es un lanzador con mucho futuro el que esperamos pueda mostrarlo con el Licey. Él ya está preparado”.
Vladimir Pérez
Asistente del coach de pitcheo

De acuerdo a lo que he visto su brazo está en excelentes condiciones. Manzanillo puede ser de mucha ayuda para el equipo”.
José Mercedes
Coach del bullpen del Licey

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