La matriz de generación

Una de las opciones para reducir el déficit del sector eléctrico es la modificación de la matriz de generación para que dependa menos de combustibles caros.

Una de las opciones para reducir el déficit del sector eléctrico es la modificación de la matriz de generación para que dependa menos de combustibles caros. La reestructuración de la matriz reduciría el precio de compra de la energía que pagan las EDES. Con un precio dado de venta al usuario, si el costo de generación se reduce, el margen de las EDES aumentaría y el déficit sería menor.

El ejemplo siguiente lo demuestra. Edenorte compró energía en el 2012 a un precio promedio de 20.19 centavos de dólar el kWh y terminó con un déficit operacional de 10.76 centavos. Edeeste, en cambio, compró a un precio promedio de 12.84 centavos y cerró con un déficit de 4.50 centavos, menos de la mitad del déficit de Edenorte. ¿Por qué Edeeste compra más barato que Edenorte? Porque se beneficia de dos contratos, uno con AES-DPP y otro con AES Andrés, que le permiten adquirir la energía a 8 y 9 centavos el kWh, respectivamente.

En el 2000, el 90% de la generación eléctrica era con derivados de petróleo. El año pasado, la matriz de generación fue mucho más diversificada: el 41% de la generación fue con derivados de petróleo, seguida por 31% con gas natural, 15% con carbón y 13% de las hidroeléctricas.

El Gobierno dominicano entiende, y con razón, que la reestructuración de la matriz no ha concluido y que se requieren nuevas inversiones en generación con carbón y gas natural.

Cuando se echa un vistazo a la matriz de generación a nivel global, podríamos concluir que debemos aumentar la participación del carbón. Según los “World Development Indicators” del 2013 elaborados por el Banco Mundial, el 41% de la generación eléctrica en el mundo es a partir de carbón; aquí sólo el 15%. Si nos comparamos con EUA, la brecha es ligeramente mayor pues el carbón representaba en el 2011 el 43% de la energía generada en la industria eléctrica norteamericana. Sudáfrica, China, Australia e India son los líderes mundiales en la generación con carbón, con participaciones de 94%, 78%, 69% y 68% de la generación eléctrica total. En la región, Chile con 32% es el líder. La meta que se ha trazado el Gobierno dominicano, a través de la CDEEE, es transformar la matriz para que en el mediano plazo entre el 34% y el 36% de la generación sea con carbón.

En el caso del gas, actualmente generamos el 31% de nuestra energía con ese combustible. Cuando contrastamos esa participación con el promedio mundial de 22%, quedamos muy bien. El Gobierno dominicano considera, sin embargo, que hay espacio para seguir aumentando esa participación teniendo en cuenta que nuestras posibilidades para aumentar la generación hidroeléctrica son limitadas y que la nuclear no parece ser una opción viable para nuestro país. La meta oficial que se deriva de los planes anunciados, incluyendo nuevas plantas a gas anunciadas por el sector privado y la conversión de plantas que operan con fuel y gasoil a gas, es que el gas represente entre el 37% y el 39% de la generación total. Independientemente de los problemas en el mediano plazo que pueden existir para obtener este combustible al bajísimo precio de Nymex, todos los expertos coinciden en que en el largo plazo, esta es una opción conveniente para RD.

En el caso de la generación con derivados de petróleo, a pesar de los esfuerzos que hemos realizado en los últimos 12 años, seguimos exhibiendo una participación relativamente elevada: 41%. A nivel mundial es de 4%. Sólo Puerto Rico (68%), Nicaragua, Arabia Saudita y Honduras (54%), exhiben más generación con derivados de petróleo que nosotros. Claro, no estamos considerando las pequeñas islas del Caribe que generan fundamentalmente a partir de derivados de petróleo. La meta oficial que se ha trazado es reducir esta participación a sólo 10%.

Al final, quedaría una matriz de generación con 34% basada en carbón, 39% en gas, 10% en derivados de petróleo, 13% en hidroeléctricas y 4% en renovables.
Dos notas finales. El Gobierno dominicano, en el tránsito hacia la matriz de generación eléctrica proyectada, debe velar porque la nueva generación a carbón sea de tecnología avanzada en lo referente al control de las emisiones. La planta Cochrane de 532 MW, a un costo de US$1,360 millones, que AES Gener y Mitsubishi están construyendo en Chile cumple con estos requisitos. Así debe ser en nuestro país.

Por último, generar con gas al precio de Nymex de US$4.00 el millón de Btu es muchísimo más barato que generar con fuel-oil. Sin embargo, a un precio del gas de US$11 el MMBtu, la diferencia entre el costo de generación con plantas de ciclo combinado a gas y fuel-oil sería más estrecha. Por tanto, no sería descabellado dejar un espacio en la matriz para plantas bi-fuel que puedan operar a gas natural y fuel-oil. Podríamos así usar el combustible que más convenga en cada momento. Todavía el mercado del gas no se ha repuesto del boom de demanda generado por la catástrofe de la central nuclear de Fukushima.

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