El destituido juez de aplicación de la pena de San Cristóbal respaldó ayer las investigaciones que inició la Inspectoría del Poder Judicial en esa corte esta semana.
Francisco Mejía Angomás acusó al vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, de presionar para que lo destituyeran.
“Este es un caso dirigido a hacerle daño a un juez. Parece que yo no me transo, parece que yo no llego a acuerdo con nadie. Entonces hay que salir de mí”, declaró.
Piensa que la participación del Vicepresidente en las acusaciones públicas y las declaraciones negativas del senador de Peravia se convierten en una violación clara de la separación de poderes.
Considera que el proceso de investigación de Inspectoría debe tener en cuenta las deficiencias profundas que presenta el Ministerio Público al momento de instrumentar los expedientes. “Ese es uno de los grandes problemas que tiene San Cristóbal.
Y no defiendo a ningún juez, porque ni siquiera pude defenderme yo. Mire donde estoy”. Aseguró que el procurador general Jesús Fernández Vélez ha hecho denuncias ruidosas en los medios de comunicación porque como, “todo el mundo sabe”, intenta ser favorecido por el Consejo Nacional de la Magistratura con un puesto de las altas cortes.
Exhorta a ser prudentes
Francisco Mejía Angomás, destituido por el Poder Judicial el lunes pasado, con una sentencia que contó con dos votos desfavorables, resaltó la necesidad de que la Inspectoría del Poder Judicial se maneje con cautela y no se deje llevar por señalamientos no fundamentados.
