Minerales necesarios en la dieta diaria

Los expertos recomiendan incluir en la dieta alimentos que proporcionen  suficiente cantidad de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.

Los expertos recomiendan incluir en la dieta alimentos que proporcionen  suficiente cantidad de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. Los minerales son necesarios para la reconstrucción estructural de los tejidos corporales,  participan en la gran mayoría de los procesos metabólicos, reacciones enzimáticas, contracción muscular, reacciones nerviosas y coagulación de la sangre.

Por ejemplo, el calcio es necesario para mantener los huesos y los dientes más sanos. Muchos alimentos lo contienen en su composición, pero los lácteos son la mejor fuente. La leche y sus derivados, tales como el yogur, el queso y la mantequilla lo poseen de una forma que el cuerpo lo puede absorber fácilmente. Verduras y hortalizas como el brócoli, las habas, la cebolla, el repollo, la acelga, el espárrago o la espinaca también contienen calcio. En cuanto a los pescados, se recomienda el salmón, y la sardina.

Otro de los minerales que no pueden faltar en la alimentación para la buena marcha del organismo es el hierro, cuyo papel clave es la formación de la hemoglobina. La necesidad de hierro varía en función del estado y constitución del individuo.  La demanda de hierro aumenta con la edad, pero siempre serán las mujeres  las que más lo necesiten debido a la pérdida de sangre durante el periodo menstrual . El hierro se asimila mejor en compañía de la vitamina C, así que no debe descartar combinar alimentos ricos en esta vitamina con otros que sean poseedores de hierro. Los alimentos más ricos en hierro son los de origen animal como el hígado de cerdo, los riñones de vaca, la harina de maíz, las almejas crudas, las carnes rojas, las yemas de huevo y las ostras. También los frutos secos, las legumbres, las cerezas, las peras, el perejil, la melaza, los cereales y las papas, entre otros. 

El fósforo también resulta imprescindible. Sus funciones están relacionadas con  el  almacenamiento de energía, la contracción de los músculos, la absorción de la glucosa  y los latidos del corazón. Es excelente para combatir la fatiga y regular la temperatura térmica del cuerpo.

Su déficit en el organismo puede provocar, dolor, debilidad, cansancio, debilidad en los huesos y los dientes, una pobre flexibilidad articular, falta de apetito y predisposición a padecer infecciones. Existen muchos alimentos ricos en fósforo, entre ellos: los frutos secos, algunas hortalizas como el ajo y la cebolla; cereales y algunas frutas  como  la manzana y la fresa. La carne, el pescado y los lácteos también suministran este mineral.

Sugerencia.  Los expertos recomiendan incluir en la dieta alimentos que proporcionen  suficiente cantidad de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.
Los minerales son necesarios para la reconstrucción estructural de los tejidos corporales,  participan en la gran mayoría de los procesos metabólicos, reacciones enzimáticas, contracción muscular, reacciones nerviosas y coagulación de la sangre.
Por ejemplo, el calcio es necesario para mantener los huesos y los dientes más sanos. Muchos alimentos lo contienen en su composición, pero los lácteos son la mejor fuente. La leche y sus derivados, tales como el yogur, el queso y la mantequilla lo poseen de una forma que el cuerpo lo puede absorber fácilmente. Verduras y hortalizas como el brócoli, las habas, la cebolla, el repollo, la acelga, el espárrago o la espinaca también contienen calcio. En cuanto a los pescados, se recomienda el salmón, y la sardina.
Otro de los minerales que no pueden faltar en la alimentación para la buena marcha del organismo es el hierro, cuyo papel clave es la formación de la hemoglobina. La necesidad de hierro varía en función del estado y constitución del individuo.  La demanda de hierro aumenta con la edad, pero siempre serán las mujeres  las que más lo necesiten debido a la pérdida de sangre durante el periodo menstrual . El hierro se asimila mejor en compañía de la vitamina C, así que no debe descartar combinar alimentos ricos en esta vitamina con otros que sean poseedores de hierro. Los alimentos más ricos en hierro son los de origen animal como el hígado de cerdo, los riñones de vaca, la harina de maíz, las almejas crudas, las carnes rojas, las yemas de huevo y las ostras. También los frutos secos, las legumbres, las cerezas, las peras, el perejil, la melaza, los cereales y las papas, entre otros.  
El fósforo también resulta imprescindible. Sus funciones están relacionadas con  el  almacenamiento de energía, la contracción de los músculos, la absorción de la glucosa  y los latidos del corazón. Es excelente para combatir la fatiga y regular la temperatura térmica del cuerpo.
Su déficit en el organismo puede provocar, dolor, debilidad, cansancio, debilidad en los huesos y los dientes, una pobre flexibilidad articular, falta de apetito y predisposición a padecer infecciones. Existen muchos alimentos ricos en fósforo, entre ellos: los frutos secos, algunas hortalizas como el ajo y la cebolla; cereales y algunas frutas  como  la manzana y la fresa. La carne, el pescado y los lácteos también suministran este mineral. l el Caribe

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