El Movimiento Democrático Alternativo (Moda) es actualmente el cuarto partido del espectro electoral dominicano y como tal tiene un atractivo en función de la casilla que ocupará en la boleta el próximo año. Es decir, estará compartiendo principalía, al menos numérica, a continuación de los tres partidos más antiguos del sistema y que han gobernado el país en los últimos 50 años.
En esa condición, Moda viene a resultar un aliado apetecible, por ejemplo, para el Partido Revolucionario Moderno y su candidato, quien aparecería en una de las primeras casillas, con lo que eso significa frente a una organización cuyo espacio está sumergido en lo más profundo de la papeleta electoral.
La inclinación de Moda, hasta ahora, es pactar con el Partido de la Liberación Dominicana. De hecho, tiene un acuerdo firmado con el doctor Leonel Fernández. Sin embargo, he sabido en fuentes de Moda que hasta el momento su dirigencia no ha podido sentarse con el presidente-candidato Danilo Medina para afinar la alianza.
Me dicen que han fallado varios intentos de reunirse, y ya sabemos que solo el presidente Medina tiene la autoridad para concertar acuerdos, pues está investido de esa facultad en su condición de candidato del PLD. Pero fundamentalmente -enfatizando lo de fundamentalmente-, porque es quien tiene la capacidad, no sólo de ofrecer sino de dar en el mismo momento, que es, al parecer, a lo que aspiran los dirigentes de Moda.
Me informan que esta falta de contacto directo con el Presidente, en cierta forma, ha desesperado a los “modistas”, al punto de entrar en negociaciones con el candidato Luis Abinader.
En un primer encuentro con la dirigencia del PRM se tantearon diversas opciones, entre ellas varios candidatos al Congreso a ser postulados por Moda en la boleta común. Según mis fuentes, ese no sería mayor obstáculo, tomando en cuenta que en muchos lugares el PRM no tiene a quien echar mano para candidato. El problema grueso es el otro: los 60 millones de pesos que Moda pide al PRM para financiar la campaña, una suma respetable para un partido que, según se comenta, tiene finanzas limitadas, por lo que soltarle ocho dígitos a un solo aliado sería complicado. De todas maneras, siguen negociando “a ver lo que se puede lograr”.
