LA PAZ. El presidente Evo Morales sorteó tres días de protestas de su exaliada Central Obrera Boliviana, pero debe lidiar con un creciente malestar social.Las movilizaciones por mejoras salariales, a las que se sumaron médicos y estudiantes de medicina, dejaron entre el miércoles y jueves 20 heridos y otra cantidad similar de detenidos por participar en disturbios. La protesta, que se produjo en varias ciudades del país, el viernes transcurrió pacíficamente.
El gobierno no cedió a las demandas de que el sector público recibiera aumentos salariales superiores al 8% que decretó a principios de mes y dejó sin efecto un decreto que elevó de seis a ocho horas la jornada diaria de los salubristas de los servicios estatales.
Morales gobernó sin sobresaltos entre 2006 y 2010, hasta que violentas protestas obligaron al mandatario a derogar un duro ajuste en el precio de los combustibles. La sucesión de conflictos bajaron su popularidad al 41% pero todavía es fuerte políticamente.