Novias monstruo, histéricas camino al altar

Los preparativos de una boda pueden poner a cualquiera con los pelos de punta. ¿Eres capaz de domar a tu monstruo interior y salir airosa? Aquí…

Los preparativos de una boda pueden poner a cualquiera con los pelos de punta. ¿Eres capaz de domar a tu monstruo interior y salir airosa? Aquí una guía para sonreír y contener las garras.

Todos hemos oído las historias de mujeres perfeccionistas y minuciosas que, desde pequeñas, idealizaron la boda de sus sueños. Esas que tras convertirse en adultas, comprometerse y fijar una fecha en el calendario para el gran evento se sintieron cerca de su fantasía. Pero, cuando comprobaron que los detalles del gran evento se les escaparon de las manos, se convirtieron en un manojo de nervios con gritos y pataleos incluidos.

Estas novias neuróticas, a las que preferimos llamar novias mostruo, como consecuencia de la autopresión que se imponen, no se concentran en disfrutar su ocasión especial. Más bien están pendientes de hacer una rigurosa evaluación, por absurda que pareciera, de cada mínimo detalle de la organización del evento, convirtiendo el mejor día de sus vidas en uno de los peores.

Obsesionadas con el perfeccionismo, se dejan abrumar por la presión que genera organizar un casamiento arrastrando consigo al precipicio a su madre, al futuro esposo y a la desafortunada planificadora de bodas que, muy probablemente, no cumplirá con las expectativas de la obsesionada novia.

“Es normal acumular tensión por los múltiples compromisos de los últimos meses antes de la boda. Y muchas veces desencadena la histeria de las novias debido a las emociones encontradas y al miedo a lo que sucederá en esta nueva etapa”, expresa la sicóloga y terapeuta familiar y de pareja, Ana Simó.

Lo curioso es que las rabietas, muchas veces a solo minutos de dar el esperado “sí, acepto”, dejan como resultado un maquillaje y un vestido estropeado. Lo que redunda en su estrés. “La experiencia me ha enseñado a manejar de la manera más cauta posible ese tipo de situaciones”, explica Wilkins Vásquez, maquillador y estilista de novias.

“En una ocasión, minutos antes de terminar de maquillarla, la novia me pidió que parara lo que estaba haciendo porque ella había decidido, justo en ese instante, no casarse, que lo había pensado muy bien y que no quería hacerlo. El susto fue tan grande que salí de prisa en busca de su madre para que fuera a calmarla para evitar un problema mayor”.

Por qué sacan las garras
A veces el factor económico influye en la actitud de las novias descontroladas. Porque a muchas después de pasar varios años imaginando cómo sería el día más importante de sus vidas el presupuesto no les permite darse el lujo soñado.

La obsesión con la imagen también puede hacerlas explotar. Hay novias que se presionan a bajar de peso semanas antes del evento, sometiéndose a dietas estrictas como la de la manzana y aún así parecen tener la balanza en contra. Aquí es cuando la ansiedad, el nerviosismo y los gritos pasan a ser otros de los invitados del magno evento.

Por suerte, en la vida todo tiene solución. Para superar esos ataques de pánico no tienes que hacer un viaje a la luna o internarte en un hospital siquiátrico. Lo más recomendable es relajarse y dejarse llevar por las buenas vibras y las emociones del momento. Puedes soportarlo. Recuerda, ¡Es tu GRAN DIA!

Recobra la cordura
5 salvavidas para mantener la calma

1. Visualiza que todo saldrá bien. La imaginación ayuda a establecer un patrón de desempeño positivo. También puede fortalecer la autoconfianza y ayudarte a creer que en una situación real puedes tener un papel sobresaliente. Con la visualización positiva construyes un depósito de experiencias exitosas al ver lo que quieres como un hecho concreto. ¿Cómo ponerla en práctica? “Formula e imprime en tu mente una imagen tuya en la que estés triunfando. Aférrate a esa imagen y no permitas que se desvanezca”, explica Norman Vincent Peale, autor de The Power of Positive Thinking (El poder del pensamiento positivo). “Tu mente tratará de desarrollar esta imagen. Nunca pienses en el fracaso, ni dudes de la realidad de la imagen mental. Esto es muy peligroso, porque la mente siempre trata de completar lo que uno imagina”.

2. Muéstrate frágil (cuando sea necesario). Es normal que la boda te provoque estrés. No te reprimas. “La sociedad actual nos ha vendido el mito de que hay que ser fuerte, autosuficiente, independiente, que no debemos necesitar a los demás”, dice el psiquiatra italiano Vittorio Andreoli, autor de Carta a un adolescente y Carta a la familia de un adolescente. “Y eso es prácticamente imposible. Debemos reconocernos como seres frágiles, que es lo que somos realmente, y reconocer que nos necesitamos unos a otros”.

3. Prémiate. Un estudio del Journal of Consumer Research encontró que comprar algo que realmente quieres te hará feliz por mucho más tiempo que si sólo compras algo práctico. “Regalarte algo a ti misma estimulará tus endorfinas y te dará un feliz acelerón”, dice Mark Gorkin, autor de Practice Safe Stress With the Stress Doc (Practica el estrés prudente con el médico del estrés).

4. Usa la aromaterapia. Los aceites esenciales de romero y albahaca son especialmente energizantes, mientras que unas gotas de lavanda en la almohada te ayudarán a dormir mejor. Los aromas cítricos (bergamota, mandarina o naranja dulce) te aliviarán del estrés, pero sin que tu energía se resienta.

5. Toma sol. Cuando sientas que amaneciste con una nube negra en la cabeza, toma sol: tu cerebro segregará serotonina y eso te hará sentir bien: reducirás la ansiedad, vas a estar de mejor humor, reducirás el estrés.

 

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