Una vez más algunas organizaciones empresariales y comerciales han retomado su campaña para tratar de convencer al Gobierno de que establezca impuestos a las compras menudas por internet. Dos son, básicamente, los argumentos esgrimidos por los grupos de importadores, industriales y comerciantes: a) que el Estado, en especial la Dirección de Aduanas, está dejando de percibir una gran cantidad de recursos, y b) que la falta de pago de impuestos de esas compras constituye una “competencia desleal” en su perjuicio.
Comencemos con lo primero. Los comerciantes han tratado de convencer al gobierno de que, por las compras en internet, el Estado deja de percibir cientos de de millones de pesos. Las cifras no sólo son exageradas, sino que constituyen una “chilata” en comparación con las exorbitantes exenciones que esos mismos sectores reciben como incentivo para que sean más competitivos.
Tan sólo para este año 2013, se estima que los empresarios y comerciantes dominicanos recibirán alrededor de RD$150 mil millones en exenciones, lo que bordea el 6% del PIB. Pensemos en esto: si ese dinero se recauda no sólo se cubriría holgadamente el 4% para la Educación o construirían varias plantas para la CDEEE, sino que permitiría dotar al Poder Judicial del presupuesto que ordena la ley y dotaría al Gobierno de Danilo Medina de recursos suficientes para financiar a todas las Mipymes, así como para ampliar los programas sociales de su administración, resolviendo el problema de la baja presión tributaria de la que tanto se ha hablado en los últimos tres lustros. El otro argumento de los comerciantes es que, cuando un(a) dominicano(a) compra por internet un par de zapatos, un dispositivo electrónico e, incluso, algunas vitaminas, con un costo por debajo de 200 dólares, hay una “competencia desleal”, que los perjudica.
¿Quién compite en forma “desleal” con nuestros comerciantes? ¿El empresario gringo, chino o ecuatoriano que se mercadea por internet? ¿O los consumidores que “importamos” uno, dos o tres artículos sin pagar impuestos?
Probablemente, los consumidores, víctimas de los precios exagerados y de la cuasi inexistente garantía de muchos de los productos que compramos a nuestros comerciantes.
Gravar las compras menudas por internet no hará más eficiente y “competitivo” a un sector empresarial que ha vivido de las exenciones y que lo único que hace es pedir más incentivos a todos los gobiernos. Pero afectará a miles de consumidores que lo único que buscan es “alargar el peso” cuando realizan una compra menuda por internet. Además, la “brecha digital” se ensancharía cuando solo los hijos de los comerciantes puedan comprar por internet.
