De nuevo a nuestros líderes

Hace unas semanas expresé mi preocupación sobre la atención que prestan nuestros líderes a los acontecimientos mundiales de la actualidad y su posible impacto en nuestro país.

Hace unas semanas expresé mi preocupación sobre la atención que prestan nuestros líderes a los acontecimientos mundiales de la actualidad y su posible impacto en nuestro país.

Hoy mi inquietud no es por circunstancias externas, sino locales. Los hechos sucedidos este pasado domingo en las elecciones internas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), nos debe poner a pensar a todos.

La falta de orden en algunas mesas, las rebatiñas y denuncias de robo de urnas, provocaron que en algunas demarcaciones del país fueran suspendidas las elecciones. Por otra parte, aunque tanto el presidente Medina, como el ex presidente Fernández expresaron su rechazo a la violencia, hubo pérdida de vidas.

No obstante, la Comisión Electoral restó importancia a lo ocurrido y declaró que solamente se vieron afectadas el 2% de las mesas de votación. El comentario en las redes era que si grave fue lo de unas elecciones primarias, qué no será en las elecciones generales en las que están en juego más de cuatro mil puestos públicos.

Vino a nuestra memoria las veces que el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) terminaba sus convenciones con un “concordazo” o a sillazos y tiros.
Nuestros partidos han perdido su ideología, pues ya no son de derecha ni de izquierda. No podemos permitirnos que no estén alineados en base a un proyecto de país; tampoco permitamos que respondan al interés particular de sus dirigentes, llegando muchas veces al extremo de que los intereses de la cúpula dirigencial difieran mucho de los del partido y mucho más de los del país.
Como muestra, el PRD se dividió y actualmente un segmento apoya las aspiraciones del presidente Medina, mientras que otro, el ahora PRM, lleva como candidato presidencial a Luis Abinader.

Para hacer el panorama más interesante, hemos visto que de los dirigentes del Partido Reformista, sólo los que ocupan cargos en el presente gobierno apoyan la fórmula del PLD. Los demás, viendo sus aspiraciones no satisfechas, se fueron al PRM.

Muchos de nuestros políticos se asemejan a los beisbolistas que se declaran agentes libres en busca de las mejores ofertas. ¿Será eso lo que significa “servir al partido para servir al pueblo”?

Son muchas las situaciones internas y externas que afectan al país, a su gente y a sus instituciones. Nuestros líderes deben dejar a un lado las discusiones estériles y las campañas extemporáneas y dedicarse a tiempo completo a centrar su atención en el acontecer nacional e internacional y presentar propuestas dirigidas a enfrentar los males que aquejan nuestro país.

Repito hoy una frase que una vez me dijo un apreciado amigo jesuita: “Lo que admiro de este país en los muchos años que tengo viviendo aquí, es la capacidad de sus líderes de ponerse de acuerdo a pesar de sus enormes diferencias”.

Hagamos que esta frase se haga realidad, pongamos todos al país por delante. Son muchos los problemas y mucho lo que la población espera de sus líderes. Mirémonos en el espejo de otros países para que no corramos la misma suerte.

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