La resurrección de Jesucristo fue celebrada ayer en varias iglesias católica, donde asistieron cientos de profesantes de la fe cristiana.
Miguelina Lorenzo contemplaba fijamente la figura de Cristo crucificado en un espacio de la Catedral de Santo Domingo. Con una medalla de cruz en su cuello y un crucifijo en su mano afirma tener razones de peso para confiar en Jesús de Nazaret, ser, que asegura, se ha revelado a su vida a través de distintos milagros.
Precisamente de esa fe hablaba el nuncio apostólico Jude Thaddeus Okolo, la cual según explicó: “No es una cuestión de pruebas físicas, lógicas o metafísica. Nuestra fe no es por casualidad, es una realidad, aunque no tiene explicación. En esta fe la libertad humana se junta a la gracia divina y se convierte en un camino que devorará toda lógica”.
Durante la homilía, reprendió que haya quienes critiquen la fe de otros fieles. “No hay dos personas que tengan la misma fe. Cada uno es un individuo y en esa individualidad Dios va a juzgarnos”, subrayó. En su prédica destacó la importancia de actuar con misericordia y vivir en unanimidad. “Jesús está vivo y quiere tocar la vida de las personas. Cuando las personas llegan con experiencias profundas de Dios en la comunidad sobran las señales externas de Dios”, puntualizó.
La fe y la obra
Exhortó a las personas a tener una experiencia con Jesús y que ese resultado no sólo se refleje en la iglesia, también en el hogar, en el lugar de trabajo, en los encuentro con los demás y sobre todo, en los que tienen mayor necesidad. Dijo que de lo contrario la fe no tendría razón de ser. Explicó que sin fe no se entiende la resurrección, la cual es un caso de fe y es motivada por los acontecimientos en la vida del hijo de Dios.
“A los desanimados discípulos de Jesús les costaba mucho llegar a creer en Jesús, ellos estaban desorientados. Su esperanza se había quedado en la tumba. Nosotros a veces estamos estupefactos mirando sin comprender”, añadió.
Definió la fe en la resurrección como la realidad honda, personal y misteriosa, que no se explica con palabras sencillas, la cual va más allá de una recitación de credos o asistir a la congregación.
La fe no impuesta
En ese sentido, expresó que la fe posee dos aspectos: en el humano, está la libertad de elegir; en el divino la gracia y el apoyo de Dios.
Agregó que en la fe hay libertad de aceptar o no aceptar y que la misma conlleva una responsabilidad, la cual pasa por experiencia y testimonios. Con cientos de feligreses de testigos, afirmó que la purificación se obtiene por medio de Jesús. Dijo a la feligresía que es voluntad de Dios que cada uno tenga una experiencia personal con Jesús, y así alcanzar la espiritualidad. Concluyó en que si Jesús está vivo ya no vale la pena ir al sepulcro vacío.
Tanto en la iglesia La Altagracia como en Las Mercedes, ambas en la Ciudad Colonial, se celebraron misas por motivo a la resurrección de Jesucristo.
Desde el altar de la iglesia La Altagracia, Lucas Morato criticó los contenidos de violencia y la fornicación en el cine. A su juicio, consumir este tipo de producto es dañino, principalmente en la formación de los niños, quienes forjan su conducta de acuerdo a lo que ven.
En la iglesia La Altagracia y en la Catedral se efectuaron bautismo. l D. R.
