La Pastoral Juvenil envió este viernes al pueblo dominicano su mensaje navideño con el lema “NAVIDAD CON DIGNIDAD”, procurando reivindicar el sentido de la sana alegría y de la fraternidad, que estimule al buen comportamiento social y la armonía en nuestro país.
La entidad expresa que el reto no es sólo vivir el lema de este mensaje, sino hacer que todo el año 2012 que ya vemos asomar en el horizonte, esté adornado de los más nobles valores e ideales, que contribuyan a la construcción del país que queremos y que soñaron nuestros fundadores.
Alegría y fraternidad que son expresión de dignidad y que constituyen también un efectivo antídoto contra la violencia que se ha adueñado de la sociedad dominicana, teniendo en la violencia intrafamiliar, especialmente contra la mujer, su más monstruosa expresión.
En nuestro mensaje navideño la dignidad se reviste de sano sentido de la fiesta, como testimonio y paradigma del clima de no violencia y armonía que deseamos reine en nuestra nación, explicó la pastoral en una nota de prensa.
En este contexto, no podemos dejar pasar por alto que, en el proceso electoral que ya estamos viviendo y que tendrá su momento central el 20 de Mayo, es importante reclamar el derecho de los dominicanos y dominicanas a unas elecciones que se desarrollen con mucha dignidad, en un clima de alegría y fraternidad, que se expresa en el respeto mutuo y la búsqueda del Bien Común, no en el interés individualista.
En estos días se cumplieron 500 años de otro mensaje que, con motivo de la preparación de las fiestas navideñas, pronunció el fraile dominico Antón de Montesino y que es conocido como el Sermón de Adviento.
En ese mensaje, que forma parte del historial de esfuerzos de la humanidad por instaurar un sistema de derecho a nivel mundial, Fray Antón de Montesino reclama y reivindica la dignidad de los más humildes de su época, que eran los indígenas que habitaban esta tierra quisqueyana, agregó.
La Pastoral Juvenil se hace eco y portavoz de ese reclamo de reivindicación de la dignidad humana, tanto a través de una actitud de fraternidad universal, sin discriminación alguna, a favor de la elevación de la calidad de vida de quienes sufren en carne propia la inclemencia de la pobreza.
Un gesto vale más que mil palabras. Esa es la razón por la que valoramos en su justa dimensión nuestro reclamo, no para recrearnos en forma narcisista en él, sino para estimular con nuestro llamado sencillo a toda la sociedad dominicana, hoy más que nunca convulsionada por tantos malos ejemplos.
Este tiempo navideño, que tanto calor humano y cordialidad engendra, es una magnífica oportunidad para una reflexión y cambio de actitud personal y social, conscientes del significado sagrado del acontecimiento que celebramos: el nacimiento de Jesús en Belén, que nos trae el regalo del amor de Dios, nuestro Padre, y que eleva la dignidad caída de la humanidad.
Amigos y amigas, que vivan una verdadera “NAVIDAD CON DIGNIDAD” es nuestro deseo para todo el pueblo dominicano.
¡Felicidades!
