Pedernales y mi sur agreste: me duelen

Hace mucho tiempo dejé de producir artículos alusivos a la región Sur y su grandeza, debido a que muchos “falsos profetas”, se adueñaron del escenario, para en nombre de la miseria, de la honradez y buena voluntad de los sureños, tratar de…

Hace mucho tiempo dejé de producir artículos alusivos a la región Sur y su grandeza, debido a que muchos “falsos profetas”, se adueñaron del escenario, para en nombre de la miseria, de la honradez y buena voluntad de los sureños, tratar de hacer fortuna.

Pero lo que ahora ocurre con Bahía de las Águilas, extensivo a Pelempito, Bucanyé y otras locaciones y bellezas naturales que adornan a mi hermoso “Pengamo y su entorno”, me veo precisado a retomar la lucha.

Mucho es lo que se ha hablado sobre el potencial turístico de esta lejana provincia fronteriza y grandes han sido los esfuerzos por despojarla de su riqueza y dotes naturales, dejando siempre a los hombres y mujeres que han sabido morder el polvo de la deslealtad, la desidia y explotación de sus representantes, en la más espantosa pobreza.

La suerte de Pedernales ha sido tal, que hasta su primer senador fue impuesto desde otra tierra por los políticos, (Ver la historia 1962), otros tantos han llegado allí a pescar en río revuelto con la anuencia de los malos políticos y ciudadanos sin dignidad.

Para muestra un botón: basta con examinar el expediente de la Alcoa Exploration Company, empresa extrajera que llego allí iniciando la década de los 50, con acuerdo de sacar bauxita para producir aluminio y, sin que nadie reclamara, se llevaron todo el metal y otros productos mineros extraídos de su arcillosa y hermosa tierra roja, dejando solo cráteres semejantes a los que vemos en películas espaciales y en el viejo Oeste. Y Pedernales en la misma miseria.

Hoy el tema es Bahía de las Águilas y su entorno, que desde que se comenzó a resaltar su vocación turística, los políticos iniciaron la carrera por hacerse de esos predios y estar preparados como dueños cuando el momento llegara.

Gestionaron titularidad y abrieron litis judiciales en torno a esos codiciados predios. Cerca de 20 años han pasado y ni la Justicia ni el ejercicio de algunos políticos, han podido resolver el dilema que conlleva explotar turísticamente la zona. Al presidente Danilo Medina lo habían convencido, en nombre de la inversión y el desarrollo turístico, de producir una solución dudosa al problema que yace en los tribunales del país. Pero el remedio podría ser peor que la enfermedad, en el mediano y largo plazo y, sería penoso que una gestión gubernamental sana sea interpretada negativamente por el tribunal de la historia.

Afortunadamente, el Presidente ordenó ayer dar marcha atrás a la intención previamente anunciada de llegar a un acuerdo con los supuestos propietarios de los predios turísticos en Pedernales, y dispuso dejar el caso en manos de la Justicia.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas