Pequeños financieros

Si no los educamos a tiempo pueden crecer con una licencia para gastar con pocos límites y llegar hasta presionar para que sus pedidos sean cumplidos. El dinero de la merienda:…

Si no los educamos a tiempo pueden crecer con una licencia para gastar con pocos límites y llegar hasta presionar para que sus pedidos sean cumplidos.

El dinero de la merienda: ¿diario, semanal o quincenal?  

En la mayoría de los casos, la forma en que los padres brindan la merienda escolar a sus hijos es a través de un “diario” (dinero suministrado día tras día). En la vida adulta muy pocos quehaceres generan ganancias de esta forma, por lo que esta opción no deja camino a la planificación, que en los niños puede despertar creatividad y aprendizaje. Darles dinero bajo esta modalidad los puede programar para perseguir sólo lo inmediato y promover la falsa necesidad de gastar todo el dinero que le dieron el día de hoy porque mañana le darán más. ¿La solución? Asígnele un semanal o quincenal a su hijo. Pídale que anote en qué lo gasta, por lo menos a modo general, y hágale consciencia de que no tendrá más dinero hasta la fecha acordada.

Préstamos: adelantos  semanales o quincenales.  

Cuando le pidan comprar algo que está a su alcance, recuérdele que tiene una mesada. Dígale que ahorre hasta que pueda comprarlo o proponerle un trato: “Te puedo adelantar X cantidad de quincenas para que lo compres, eso sí, ten en cuenta que no puedes pedir más dinero hasta no pagar (cubrir) estas quincenas”. Por lo regular dicen que sí al trato; pasadas dos semanas se ven sin merienda. Esto genera una oportunidad única para hablar de préstamos y de por qué a veces no conviene comprar algo antes de poder pagarlo.

“Estas dinámicas, aunque requieran que se involucre observando, funcionan mejor si le da libertad de acción para que aprendan por si mismos”.

Inversión: el juego del dinero y los negocios.   

¿Cómo hacer dinero? La idea es jugar a inventir durante un mes, asignándole una suma de dinero específica con la misión de que a fin de mes crezca, así sea RD$100. Necesitará supervisión pero sabrá cómo piensa su hijo. Verá cómo juega y/o se debate entre formas de comercio (compra y venta de artículos, utilizar el dinero para ofrecer un servicio, invertir el dinero, prestarlo, etc., con la intención de ganar el juego. Si pierde no hay problema, siempre que aprenda algo de lo sucedido.

Administración y presupuesto.

Si su hijo(a) está grandecito y ya conoce el valor de las cosas, puede enseñarle a cómo administrar partidas del presupuesto. Pídale que lo acompañe al supermercado, asígnele un presupuesto, por ejemplo, RD$5,000, y dígale: “Harás la compra, suficiente para la semana; piensa en el gusto de todos”. Déjelo que tome decisiones de compra bajo su supervisión. Luego, involúcrelo en las comidas de esa semana para que vea qué va quedando disponible para cocinar.

Ahorro: la otra forma de comprar.   

Si quiere comprar algo, traducirlo en tiempo es una buena opción. Por ejemplo: “Eso te cuesta 10 quincenas, pero necesitas comer. ¿Qué tal si guardas la mitad de lo recibido? Así podrás comprarlo”.

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