Según manifestó Magino Corporán, representante de la fundación Pro-bienestar de las Personas con Discapacidad (PRO-BIEN), más de la tercera parte de discapacitados en el país son analfabetos.
Sugirió que para superar esa brecha educativa, es necesario cambiar el proyecto de educación especial a una educación inclusiva que reconozca y valore las diferencias individuales.
Explicó que este enfoque concibe las diferencias como una fuente de enriquecimiento y de mejora de calidad educativa para las personas con condiciones especiales.
Indicó además, que la inclusión contribuiría a un cambio en el entendimiento de los desafíos educativos del país.
Corporán también agradeció que en el debate del 4% del PIB para educación que se le exige al Gobierno, se haya incluido la educación inclusiva y resaltó la necesidad de realizar una revisión del marco legal con relación a la educación de los discapacitados.
Las declaraciones se dieron en el marco de un diálogo sobre la educación para discapacitados, realizado en el Centro Bonó, en la capital.