En “Colonización de la Frontera Dominicana”, Manuel V. Fernández G. (AGN, Vol XXV, 2006, p 19+), comentando la orden que ejecutó Osorio, para conservar el monopolio para Sevilla y el neo cristiano Alejandro VI, con las despoblaciones que causaron migraciones hacia tierra firme y chismes de oidores en Santo Domingo, frente a la preocupación de la Corona, dice que… “Santo Domingo estaba incomunicado de forma creciente con el monopolio sevillano. Sus vecinos se veían obligados a desarrollar el contrabando de sus cueros por su creciente incomunicación. Para contrarrestarlo, la monarquía tomó la absurda medida de devastar en 1605 y 1606 las villas de la banda norte de la Isla sumiendo a La Española en un estado de postración económica y social. Un censo de ese último año daba unas 3,000 personas blancas para la colonia, mientras que los esclavos se elevaban a 10,859. El miserable estado de la Isla y con ello su despoblación fue cada día más evidente”.
La Española no habría tenido destino diferente que su ocupación por aventureros de diferentes naciones europeas desde cuando se conoció la ruta al Caribe, que descubrió el corsario francés Fleury, también usada por freebooters-gente autónoma sin bandera, que operaban con primitivo espíritu capitalista, junto a dos clases de elementos que se establecieron en el occidente de la Española, cazadores de reses y sahumadores de carnes -los bucaneros- y los habitantes, agricultores del tabaco, la yuca, y otros cultivos tradicionales isleños a pesar de la fragilidad de su defensa.
La costa norte, todo occidente, la mitad de la costa sur, y el sur central, se convirtieron en tierra libre indefendible, por la ocupación pirata, a pesar de las heroicas leyendas que cuenta nuestra legendaria historia, pues entonces la pobreza no alcanzaba sino para llamar a las lindas muñecas dominicanas que se ponían sus mejores galas para recibir a los marinos del situado que provenía de México, sino con el epíteto con que los mexicanos llaman a las bellas damas: cueros.
Cuando en 1654 Oliver Cromwell inicia su plan de conquista del Caribe, para hacer base en la indefensa Española envía una gran armada que es derrotada en Santo Domingo, pero conquista Jamaica.
En Santo Domingo, la colonización iniciaba a hacerse efectiva, aunque, como expresa Fernández (op. Cit.) “la situación era catastrófica en la década de los 60 con las viruelas, las pestes, las plagas sobre los cacaoteros, que supusieron su hundimiento como sector económico de exportación, y sobre los conucos de yuca y plátano, un ciclón y un terremoto que sumió a la población en un estado de miseria calamitoso, que llevó incluso a una parte de ésta hacia la emigración.” Continuará.
