Como consecuencia de los desplazamientos por la guerra de Siria, aproximadamente 105,000 migrantes han cruzado el Mediterráneo en los últimos 6 meses. La mitad de ellos llegó a Grecia, una gran parte también llegó a Italia y una cantidad más pequeña se distribuyó entre España y Malta. Aunque en esta situación particular se trata de un caso de refugiados y por ende existen instrumentos específicos para su manejo, en la práctica y como es entendible ha sido muy complicado para los países mencionados y así lo han dejado ver incluso algunos de sus funcionarios que se han sentido abarrotados.
Por ejemplos actuales como éste es que resulta aún más meritoria la labor que ha llevado a cabo el Gobierno dominicano a través de las instituciones correspondientes en la ejecución del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros pues, aunque el número de inscritos hasta ahora excede las 250,000 personas, se ha podido conducir con orden y mucho éxito, superando los resultados a la fecha las expectativas de las mismas autoridades.
Y no obstante se realizó desde el inicio del Plan una amplia difusión de los detalles del mismo para que todos lo que califican pudiesen entender cómo acceder, en estos últimos días que quedan, hasta el 17 de junio, se ha ampliado el horario de trabajo de los 24 centros de inscripción hasta las 7 de la noche y se ha dispuesto que permanezcan operando sábado y domingo como una facilidad adicional a quiénes aún no se han inscrito.
A partir del 18 de junio continúa durante el tiempo previsto la evaluación de los últimos expedientes recibidos y pronto todos aquellos extranjeros que cumplen los requisitos para regularizar su situación migratoria en la República Dominicana recibirán su correspondiente documento.
Esto no es sólo beneficioso para el extranjero porque vivirá sin temores por su status legal, con sus correspondientes garantías jurídicas y la posibilidad de insertarse en el mercado laboral, sino también para el país que podrá tener un conocimiento más preciso de su población migrante, beneficios económicos por el mismo aspecto laboral y tributario y hasta mejorías en la seguridad ciudadana por la correcta identificación de personas en el marco de investigaciones por hechos delincuenciales.
Con un simple análisis de la historia dominicana se confirma que este Plan no tiene precedentes y que constituye el más amplio, organizado e importante esfuerzo por regularizar la situación de los extranjeros en el país.
