Prehistoria de la isla narrada en un museo

La forma de vida de los primeros habitantes de la isla La Española, sus costumbres y creencias, son recreadas en el Museo del Hombre Dominicano, cuyas exhibiciones son un paseo imaginario por aquella época de la prehistoria quisqueyana.

La forma de vida de los primeros habitantes de la isla La Española, sus costumbres y creencias, son recreadas en el Museo del Hombre Dominicano, cuyas exhibiciones son un paseo imaginario por aquella época de la prehistoria quisqueyana.El Museo forma parte de la Plaza de la Cultura en Santo Domingo y el edificio fue diseñado por el arquitecto José Antonio Caro Álvarez, quien fue su primer director en el período 1973-1978. Fue inaugurado el 12 de octubre del año 1973.

Aunque es visitado por de turistas interesados en conocer la historia de la isla, cabe resaltar que este lugar recibe a los estudiantes de colegios y escuelas de nuestro país, así como universitarios que buscan informaciones para hacer trabajos de investigación.

En la entrada del museo, las estatuas dan la bienvenida al recorrido histórico.
La primera figura que se observa es la del Cacique Enriquillo, quién representa la raza indígena, sus creencias y permanencia en la isla, pero también su resistencia a la esclavitud, hasta que fueron exterminados por los colonizadores españoles. La segunda imagen es del padre Bartolomé de las Casas, quien refleja la piedad ante el maltrato de los aborígenes. Por último está la imponente estatua del esclavo “Lemba”, de origen africano, quien se destacó como líder de la primera revuelta de esclavos que se sublevaron contra la explotación española. Fue la primera resistencia en la isla y en toda América.

El edificio del Museo del Hombre Dominicano consta de cuatro pisos, el primero es el punto para reunir a los visitantes y darles una pequeña orientación a modo de introducción. Al  pasar al segundo nivel encontramos el Área Administrativa y el Departamento Investigativo. En el tercer nivel está el salón de la prehistoria de la isla y muestra la colección de piezas sobre la cultura taína y otros grupos que poblaron La Española.

El Museo del Hombre Dominicano mantiene viva la historia y forma de vida de los primeros habitantes de la isla y momentos memorables contemporáneos.
Entre las exhibiciones se destacan piezas rudimentarias tales como cuchillos y navajas que eran confeccionadas  machacando piedras sílex hasta darles forma.

También se encuentran los majadores que los tainos utilizaban para la trituración de granos. Entre las piezas sobresalen también las vestimentas que eran utilizadas por los aborígenes y figuras geométricas que representaban sus ídolos de la naturaleza, especialmente para los cultivos.

Según el valor de todas las piezas exhibidas en el tercer nivel, éstas comprenden tres períodos de la historia dominicana: Paleoindio, Mesoindio y Neoindio.

En la sala del Paleoindio se aprecia el itinerario de las emigraciones de los primeros indígenas, que a partir del 6,500, antes de Cristo, vinieron de Guatemala, llegaron a nuestra isla, que era tierra inhabitada desde el año 2600 antes de Cristo. En la sala del Mesoindio se presentan informaciones e imágenes sobre los medios de supervivencia del hombre en la isla; y reporta las primeras llegadas de las tribus desde Sudamérica.

En tanto que en la sala del Neoindio, se exhiben las primeras formas de agricultura y primeros objetos de barro cocidos. Además, muestra los instrumentos de uso cotidiano. Allí se reproduce también una sepultura de la época.

El cuarto nivel simboliza el pueblo dominicano libre y los aspectos de la cultura actual, como es el carnaval de Santiago, La Vega y Cabral, en Barahona. Con un estilo único y peculiar está el bohío, que era la vivienda de campo de esa época.  
De igual forma, en la gran sala de entrada se exhiben los vehículos blindados (Papamóvil) que transportaron al Papa Juan Pablo II en sus visitas al país.

Cultura africana

En el cuarto nivel también se exhiben los elementos culturales provenientes de la raza africana, pero que ya forma parte de la costumbre dominicana. Entre otros elementos, figuran los Gagás, que celebran sus fiestas especialmente en las zonas cañeras del país. A un lado, está ubicada la “Cofradía de los Congós del Espíritu Santo de Villa Mella y Los Cocolos de San Pedro de Macorís, considerados como grupos de creencia religiosa popular en la isla, y reconocidos por la Unesco como “Patrimonio oral e intangible de la humanidad”.

En el área, es visible una representación de la carreta, tirada por los bueyes, para moler la caña, que era utilizada en los ingenios azucareros del siglo XVI.

Temor por deterioro

El edificio del museo que aloja estas exposiciones amerita la urgente reparación del ascensor que se encuentra en avanzado estado de deterioro, el cual es utilizado como la única vía de acceso para iniciar el interesante recorrido. Por el deterioro del ascensor, los visitantes y empleados se sienten inseguros al utilizar el mismo.

El Museo, que alberga impresionantes piezas de la historia dominicana, abre sus puertas de martes a viernes de 9:00 de la mañana a 6:00 de la tarde; y sábados y domingos de 10:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. Los precios de entradas para niños son 20 pesos y 100 los adultos.

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