Una reforma constitucional, alianzas políticas inesperadas, la sociedad civil menos crítica y una votación histórica de 61.74%, resumen el accionar político de Danilo Medina Sánchez en sus primeros cuatro años como presidente de la República. Pero sus tácticas políticas y de acumulación de poder no son fruto de la improvisación ni la inexperiencia, pues el mandatario lleva más de 30 años acumulando poder desde distintas posiciones en el Estado y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
“De carácter práctico, firme y entusiasta”, así está definido el perfil político de Medina en la biografía oficial del gobernante publicada en la Presidencia de la República. Y con la siguiente frase su concepto de Gobierno: “Cree en un gobierno que sirva a la gente, que iguale las oportunidades para el desarrollo y que hable con la verdad, con ejemplo de transparencia y buena gestión, orientado en los valores, la ética y la honestidad”.
Danilo Medina Sánchez, de 64 años, inicia el próximo martes 16 de agosto su segundo mandato como presidente constitucional de la República, el momento le llega al mandatario con pilas recargadas, como se dice popularmente, pues en su ejercicio presidencial de cuatro años coronó el poder que venía acumulando en el Estado y el Partido de la Liberación Dominicana desde hace más de 30 años.
En su primer mandato dio cátedras de la sagacidad política que siempre se le ha atribuido al lograr aprobar la reforma a la Constitución para reelegirse sin que su decisión le afectara su popularidad, en una estrategia política impecable desde el principio. De hecho, ganó las elecciones con la votación histórica más alta que haya logrado un candidato presidencial, 61.74% en toda la historia electoral.
Pero mucho antes, en la elección de los miembros del Comité Central y el Comité Político, dio muestras de que ensancharía su poder partidario al imponer la mayoría de los miembros en ambos organismos. En el Comité Político de diez nuevos integrantes, nueve responden a su tendencia.
Para reelegirse, lo primero que Medina logró fue posicionar su figura con las visitas sorpresa que muestran su lado más humano al presentarlo como una persona sencilla, cercana y lejos de las ínfulas del poder que tanto irritan a la población. Además, manejó con sigilo los movimientos a favor de que se reeligiera con lo que logró desorientar las críticas a su gobierno y enfocarlas hacia el expresidente Leonel Fernández.
Cuando llegó el momento de someter la propuesta en la reunión del Comité Político del 19 de abril del 2015, Medina no votó por la iniciativa, se abstuvo, y así quedó como una decisión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y no personal. Además Medina logró legitimar la reforma a la Constitución al darle la orientación de un acuerdo por un gobierno de unidad nacional, tras la firma de una alianza con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y su presidente Miguel Vargas.
De todos los partidos que tienen representación en el Congreso, solo el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y la Fuerza Nacional Progresista (FNP) no apoyaron la reforma, pero tres diputados del partido Moderno desoyeron la línea partidaria y también la sancionaron. En el presidente del PLD, Leonel Fernández, Medina encontró el mayor obstáculo a su proyecto de reforma, que logró solucionar con la firma de un acuerdo que fue refrendado por todos los miembros del Comité Político y que puso fin a la mayor crisis interna que ha tenido el PLD desde su fundación.
Ese apoyo de los partidos políticos legitimó el cambio constitucional y le quitó fuerza a las denuncias de supuesto soborno y compra de legisladores para que apoyaran reformar el artículo 124 de la Carta Magna.
Con la sociedad civil a favor
En su primer gobierno, el presidente Danilo Medina también tuvo la ventaja de gobernar con la sociedad civil a su favor, de hecho, muchos de sus reconocidos activistas tienen participación importante en su gobierno. Al propio ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, se le atribuyen fuertes vínculos con grupos de la denominada sociedad civil, aunque es un viejo militante peledeísta.
Algunos de los miembros de la sociedad civil que tienen funciones en el Gobierno son Ramón Tejada Holguín, director de la Dirección de Información, Análisis y Programación Estratégica de la Presidencia (Diape); los empresarios Ignacio Méndez, viceministro de Industria y Comercio, encargado del Fomento a la Pequeña y Mediana Empresa, y José Miguel González Cuadra, director ejecutivo de la Comisión para la Readecuación de La Barquita.
Además, Javier Cabreja, Henry Molina e Isidoro Santana, son figuras de la sociedad civil que forman parte de la administración de Medina. También en las comisiones de veedurías integradas por personas no partidistas, el Gobierno logró neutralizar varias voces críticas que se le consideran independientes. La situación más tensa de Medina con entidades civiles, ha sido con las iglesias por sus observaciones al Código Penal por no permitir el aborto terapéutico al menos por situaciones de violaciones sexuales y cuando la vida de la madre corra peligro.
Mejorando la puntuación
Danilo Medina ha sido tres veces candidato presidencial por el PLD. En el año 2000 fue su primer intento y quedó en un lejano segundo lugar con 24.94%, frente a Hipólito Mejía y el PRD. Volvió a ser candidato 12 años más tarde, en el 2012 y ganó en primera vuelta con el 51.21%. En las pasadas elecciones volvió a ser candidato presidencial, esta vez a la reelección e impuso un récord histórico de votación al alcanzar 61.76%, puntuación que no había logrado ningún candidato en la historia democrática electoral del país.
Medina fue diputado por primera vez en el 1986 y desde entonces su carrera en el Estado ha crecido
El poder que el presidente Medina acumula hoy, no llegó de la noche a la mañana, es el producto de muchos años ocupando posiciones públicas clave y de trabajo político en el PLD. Según consta en su biografía oficial, Medina fue dirigente estudiantil en el Frente Universitario Socialista Democrático (FUSD) y formó parte de las filas del PLD en el 1973, cuando el profesor Juan Bosch lo fundó. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) ayudó a fundar el Frente Estudiantil de Liberación (FEL), de orientación boschista. El PLD creció rápidamente y para mediados de los ochenta era la tercera fuerza política del país. En las elecciones del 1986 logró representación congresual y Medina fue de los primeros diputados del PLD cuando los nombres se sometían por listas cerradas y se mantuvo como diputado hasta el 1995. En su segundo periodo fue el vocero del bloque del PLD y en el 1994 presidente de la Cámara de Diputados. Medina renunció a ser diputación y presidente de la Cámara para ser el jefe de campaña del PLD y la candidatura presidencial de Fernández. Fue secretario de la Presidencia en el primer gobierno, el cargo más influyente e importante. Eso le permitió ensanchar su liderazgo interno en el PLD, pues en ese periodo era quien tenía el contacto entre el Gobierno y la dirigencia media y de base. En el 1999, aspiró por primera vez a la Presidencia y ganó las primarias al entonces vicepresidente, Jaime David Fernández Mirabal, cuando las votaciones en el PLD eran por organismos y no individual. A partir del 2000, el PLD entró en un proceso de reestructuración que implicó la masificación de la organización, se eliminaron los círculos de estudio y por primera vez se eligió a Leonel Fernández presidente de la organización. En el 2004, el PLD vuelve al poder con Fernández y Medina fue el jefe de campaña y volvió a ocupar la secretaría de la Presidencia, y después del presidente era la figura más influyente del Gobierno. Con esa posición Medina siguió fortaleciendo su liderazgo en el PLD y en el 2006, renunció para aspirar a la Presidencia en las primarias peledeístas del 2007, contra el presidente de la República Leonel Fernández. Medina logró una votación próxima al 30% en el PLD y en esa ocasión pronunció la memorable frase: “Me venció el Estado”. Desde entonces, Medina se alejó de Fernández y su gobierno, nunca hizo campaña para las elecciones del 2008 y se encerró en una oficina política privada, pero sus principales seguidores ocuparon cargos en los mandos medios de las instituciones del Estado. Con sus acciones, Medina mandó el mensaje de que sería el sucesor de Fernández en la candidatura presidencial y aunque varios peledeístas aspiraron en el 2011, ni siquiera el entonces presidente Fernández trató de imponer un candidato de su tendencia.
El juramento
Juro aquí ante todos ustedes, y ante Dios como testigo, que es mi última candidatura a la Presidencia de la República Dominicana”.
Lema
Continuar lo que está bien, corregir lo que está mal, y sobre todo para atrevernos a hacer lo que nunca se ha hecho”, el lema de Danilo Medina
