Las gemelas María Teresa y Teresa María Tapia Sanati, que fueron separadas en los Estados Unidos, fueron recibidas ayer por la primera dama, Margarita Cedeño.Al recibir a las niñas en el Palacio Nacional, Cedeño de Fernández hizo un recuento de la historia de las niñas desde que se enteró de su condición hasta el proceso de operación y recuperación de las infantes.
Las gemelas, de un año y ocho meses, nacieron unidas por el tórax y el abdomen, compartiendo el hígado y parte de su sistema gastrointestinal. Fueron separadas el pasado 7 de noviembre en el hospital de Niños de Richmond, Virginia. La cirugía, de 20 horas, fue dirigida por el doctor David A. Lanning, capitán del equipo médico integrado por 45 galenos y con el apoyo de la organización Word Pediatric Project.
“El regreso al país de estas dos princesas ya separadas, es una bendición de Dios y un regalo de Navidad para el país”, expresó la Primera Dama. Destacó que la familia es la base de toda acción, que si está unida y en oración, con fe, todo lo puede. Además, expresó su satisfacción y agradecimiento a Dios, porque las ahora gemelas están de regreso a su país y en perfectas condiciones de salud.
Asimismo, dijo que considera a las niñas como sus hijas de “carne, alma y corazón” y agradeció a Rocío Watson, del World Pediatric Project, organización que las recibió al llegar a EE.UU., les dio seguimiento durante su permanencia en el hospital y para su recuperación.
La madre de las niñas, Lisania Sanati, dijo que se siente “feliz y contenta” porque sus hijas están muy sanas. Indicó que parte de sus planes son inscribirlas en la escuela para explotar su inteligencia. Además, explicó que una de las enseñanzas que le deja toda la situación vivida es que “hay que tener fe y seguir adelante”.
Las niñas nacieron en el hospital Luis Eduardo Aybar, en abril del pasado año y el 31 de agosto viajaron a Estados Unidos para ser operadas enviadas por el Despacho de la Primera Dama.
Las niñas regresaron ayer al país, para pasar las fiestas navideñas junto a su padre, sus tres hermanos y otros familiares en la casa donde viven en Los Botados, de Boca Chica, que ya fue preparada para su llegada.
