PRM-PRSC: cálculos y riesgos

La alianza electoral de los partidos Revolucionario Moderno (PRM) y Reformista Social Cristiano (PRSC) se ha hecho sobre unas expectativas que al final del camino pudieran resultar falsas. El riesgo de que ese arreglo resulte en agua de borrajas,…

La alianza electoral de los partidos Revolucionario Moderno (PRM) y Reformista Social Cristiano (PRSC) se ha hecho sobre unas expectativas que al final del camino pudieran resultar falsas. El riesgo de que ese arreglo resulte en agua de borrajas, sobre todo para el PRSC, es bastante elevado. Riesgo para el PRM: la campaña de Luis Abinader le ha presupuesto un potencial electoral que el PRSC no dispone, pues si bien el último referente se ubica en los comicios de 2012, todos conocemos los trucos de que se valen los aliados a partidos mayores para abultar su votación.

Esto es, que sobre la premisa de que el sufragio beneficiaría de todos modos al candidato, logran derivar votos de la casilla principal hacia el aliado, lo cual se ha demostrado en muchas ocasiones.

El caso más emblemático es la Alianza Por la Democracia (APD), que en dos elecciones consecutivas -como aliado del Partido de la Liberación Dominicana- recibió sobre 75 mil votos, pero cuando concurrió solo en 2012 obtuvo apenas 4,000.

Es decir, que el PRM ha cedido casi la mitad de sus candidaturas a una organización cuya base ha sido tan frágil que del 16% que obtuvo en la primera experiencia electoral sin su líder, ha descendido a 4.6% alcanzado por su cuenta con Amable Aristy Castro como candidato en 2008.

Ahora bien, el riesgo mayor lo corre el PRSC, aun cuando sus dirigentes baten palmas por haber logrado decenas de candidaturas. Sus expectativas se cimentan en la localización privilegiada en la boleta electoral (el número 3), hacia la cual esperan se vuelque la mayoría de votos que se emitan por Abinader.

Sin embargo, pierden de vista la pregunta siguiente: ¿van los perremeístas a vaciar su potencial en la boleta de un aliado para que, eventualmente, alcance una votación mayor que su propia organización? Lo dudo, pues de ser así, el PRM estaría entregando su lugar de principal partido de oposición en un aliado ocasional, cuya vocación es tomar su camino una vez se haya posicionado. Si la dirigencia del PRM no toma en cuenta este detalle–por cierto nada sencillo–, quedaría evidenciada su pobreza estratégica, ya que eventualmente estaría entregando, pura y simplemente, su lugar de preferencia en el espectro electoral dominicano, a cambio de muy poco.

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