SAN JUAN, Puerto Rico (AP) — El gobernador de Puerto Rico anunció el viernes que no autorizará la fumigación aérea con el insecticida naled para combatir un incremento en los casos del zika, tal y como las autoridades de salud estadounidenses lo han exhortado a que lo haga.
En lugar de ello, el gobernador Alejandro García Padilla dijo que sí respaldará la fumigación con Bti, un larvicida orgánico. Indicó que ello debería ser suficiente para combatir el virus transmitido por mosquitos junto con otros esfuerzos que se llevan a cabo, pero espera que ningún niño nazca con defectos congénitos debido a la decisión que él tomó.
En las últimas semanas los puertorriqueños han organizado varias protestas contra el uso del naled, en las que han expresado su preocupación sobre sus posibles efectos en la gente y en la fauna. En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dijeron recientemente que Puerto Rico carece de un programa integral de control de mosquitos en momentos en que combate lo que llamaron una epidemia silenciosa. Ocho de cada 10 personas no muestran síntomas de padecer zika, que puede provocar fiebre, sarpullido y dolor de cabeza.
Hasta ahora, Puerto Rico tiene 5.582 casos de zika y está viendo un incremento de entre 20 y 30% en su número por semana, dijo Ana Rius, secretaria de Salud.
Hay 662 mujeres embarazadas infectadas con zika, y hasta 80 de ellas han dado a luz bebés saludables, señaló. Sin embargo, en mayo Puerto Rico reportó el primer caso de microcefalia adquirido en territorio estadounidense. Involucraba un feto que una mujer entregó a las autoridades de salud de Estados Unidos, las cuales hallaron que dio positivo por zika.
Se ha reportado una muerte y 65 personas han sido hospitalizadas con relación al virus. Hay también 21 casos de un problema de salud que produce una parálisis temporal, conocido como Guillain-Barré y que ha sido vinculado al zika.
Rius, que en un principio recomendó fumigar con naled pero después se retractó, dijo que la enfermedad no es una broma.
El gobierno de García ha combatido el virus con fumigaciones en unidades habitacionales públicas donde viven mujeres embarazadas, con la distribución de un millón de condones y la recolección de más de 1,65 millones de neumáticos viejos con el fin de reducir los lugares donde se crían.
El anuncio de García el viernes sigue a una ruptura entre su gobierno y los CDC, que hicieron enojar a las autoridades del gobierno local al enviarles un cargamento de naled esta semana sin avisarles de antemano.
El gobernador dijo que ordenó la devolución del envío.
«Esta es nuestra isla», afirmó, una posición que coincidió con la de los enojados puertorriqueños, que acusaron al gobierno federal estadounidense de amenazar la autonomía política de Puerto Rico.
Los CDC se refirieron al asunto en un comunicado divulgado el viernes.
«Lamentamos que el envío de naled llegara a Puerto Rico sin niveles apropiados de conocimiento», afirmó la agencia. «Nos movilizamos demasiado rápido en nuestra urgencia para hacer todo lo que pudiéramos para responder con prontitud y estar preparados en caso de que las autoridades en Puerto Rico decidieran usar naled».
Los CDC indicaron que respetan la decisión del gobernador de no utilizarlo. Una portavoz indicó que la agencia dialogará con funcionarios puertorriqueños sobre la mejor forma de proteger del zika a las mujeres embarazadas, pero las autoridades no dijeron específicamente si creían que el larvicida Bti sería suficiente para combatir el virus.
La agencia ha calculado que más del 20% de las 3,5 millones de personas de Puerto Rico podrían ser infectadas con zika en un brote que se espera alcance su peor nivel este verano. Autoridades locales de salud ha rechazado esa cifra por considerar que es exagerada.
