En términos políticos, claro está, así que luego de disculparme el tratamiento protocolar para economía del título, abordo el tema con algunas obviedades: Danilo es el Presidente de la República y Leonel es el Presidente del Partido.
Leonel, siendo presidente del Partido, según muchos, gobierna los órganos jurisdiccionales y legislativos del Estado; y Danilo siendo Presidente de la República gobierna los principales órganos del Partido. Debido a la actual hegemonía de este organismo creo que se puede decir ‘Partido’ como cuando nos referimos a la ‘embajada’ en la que todos sabemos a cuál nos referimos.
Leonel como candidato presidencial tuvo su origen en dos de los viejos líderes políticos del país y de ellos copió, con algunas variaciones, su estilo, y de uno la conducta para permanecer en el poder. Danilo tuvo que trabajar su llegada al poder y parece copió la conducta y preocupaciones sociales de su líder.
Dentro del partido siempre se dijo que Danilo era el estratega, carpintero armador, y Leonel el ejecutor y vendedor de esa estrategia. De manera simple, eso dice que Danilo estudia y aprende; Leonel, lee, estudia, pero se le hace difícil modificar su estilo, es reiterativo. Según dice un alto dirigente del partido, quien ha tratado a ambos por más de 20 años: “Yo conozco a Danilo Medina.
Danilo no era así, pero cambió. Leonel Fernández no ha cambiado”.
A Danilo “hay que matarlo para que dé un discurso” y ronda un 80% de aprobación, el otro encuentra que es su modo de proyectarse como “conceptualizador’’ y no alcanza el 50% de la aprobación del Presidente.
Un seguidor fiel del expresidente me dice – “sabemos dónde estamos con los discursos, pero no sabemos dónde estuviésemos sin ellos: ¿más arriba o más abajo?”
Ambos siguen las encuestas de opinión y electorales; Danilo juega con ellas, a Leonel se le hace difícil despegarse de las mismas; los hechos: ¿Cuál habría sido la actitud de Leonel frente a Loma Miranda, la Sentencia 168-13, o el aborto terapéutico? No lo sabemos muy bien, algunos la colegimos por las sentencias emanadas de los órganos jurisdiccionales, pero él no lo ha dicho.
No dudamos que la idea de arriesgar popularidad o disgustar algún sector de poder lo restrinja. En cambio, todos sabemos cuál es la opinión de Danilo, la ha expresado mediante los mecanismos propios de un Presidente.
¿Cómo conciben uno y otro las fuentes de poder del Estado? Geoff Mulgan, citado por Manuel Castells, afirma que las fuentes de poder del Estado son la violencia, el dinero y la confianza, y agrega: “… De las tres fuentes de poder, la más importante para la soberanía es el poder sobre las ideas que dan lugar a la confianza.
La violencia solo puede usarse de forma negativa, el dinero solo puede usarse de dos formas: dándolo o quitándolo. Pero el conocimiento y las ideas pueden transformar las cosas, mover montañas y hacer que el poder efímero parezca permanente”. (Comunicación y Poder. Alianza Editorial; 2011.
Pág. 41) Danilo privilegia la confianza como fuente, en cambio Leonel no ha vacilado en justificar el uso del dinero, recuérdense sino su artículo sobre los sobrecitos.
Como ambos líderes siguen manteniendo una extraordinaria vigencia, tenemos oportunidad de continuar observando la conducta de ambos y ya veremos cómo se reafirman o cambian en los papeles y cuáles los resultados en términos políticos. l
