La razón es de los dos

La NBA multó anoche a los Spurs de San Antonio en lo que parece ser uno de esos pleitos en las que ambas partes tienen la razón.…

La NBA multó anoche a los Spurs de San Antonio en lo que parece ser uno de esos pleitos en las que ambas partes tienen la razón.

Sin embargo, entiendo que la acción de la NBA no fue la más correcta.
El jueves por la noche los Spurs jugaban con los actuales campeones Heat en Miami -su quinto partido en cuatro días- y al dirigente Gregg Popovich se le ocurrió la idea de descansar a cuatro de sus titulares: Tim Duncan, Enmanuel Ginóbili, Danny Green y Tony Parker.

Pero no fue ese descanso típico en el que los jugadores se uniforman y permanecen sin jugar en la banca los 48 minutos del encuentro. No. El viejo Pop los envió de regreso a San Antonio en un vuelo comercial y afrontó el encuentro con apenas nueve jugadores. Con todo y todo, los Spurs le dieron un juegazo a los Heat, quienes vinieron a ponerse arriba en el marcador gracias a un triple de Ray Allen con 22 segundos para el final del choque.

Pop está bien. David Stern también lo está. Pop debe cuidar a su equipo como mejor le parezca. Stern debe proteger el negocio como entienda. Esa noche, en mi cuenta de Twitter, dije que era un match entre lo deportivo y lo comercial. Negocio vs deporte, así de sencillo, algo que no se da con frecuencia, pues hoy más que nunca es un matrimonio que da resultados.

Entiendo a Popovich y entiendo a la NBA, que tiene que dar la cara por aquello de la imagen. Aunque, claro, esto se magnificó por dos razones. Primero porque Miami, la niña bonita de la NBA, donde juega el niño bonito de la NBA, era el rival y segundo porque iba a ser transmitido por televisión nacional y todos los millones que eso implica.

Pop, el que para mí es el mejor dirigente de la liga, hizo lo mismo el año pasado y nadie dijo nada. Se le pasó esa a la NBA, que también tiene un antecedente cuando en dos ocasiones los Lakers fueron multados por descansar estelares.

No creo que una sanción sea lo correcto. Igual no pienso que el castigo frene a Popovich para una próxima ocasión. Es su equipo y él lo majea como le convenga, no como le quede mejor a la NBA.

Si yo fuera David Stern hubiese dejado eso así.

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