Isidro Berique, de 24 años, quiere ser ingeniero, pero no ha podido ingresar a la universidad porque es un ciudadano dominicano de ascendencia haitiana que no posee documento de identidad.El joven siente que su desarrollo y toda su vida está suspendida desde el 2007 por efecto de la Resolución 0-12 emitida por la Junta Central Electoral (JCE) en ese año y que ordena el desconocimiento de las certificaciones de nacimiento otorgadas años atrás, cuando los dominicanos hijos de haitianos eran registrados en el país y recibían una documentación oficial que les entregaba el Estado a través del Consejo Estatal del Azúcar (CEA).
Él, como decenas de miles de personas que han nacido y viven en el país, afirma que ha sido despojado de la nacionalidad que le corresponde conforme a la Constitución vigente hasta el 2010. Berique es uno del grupo de peregrinos que, desde el pasado jueves y hasta el mediodía de ayer caminaron, desde San Pedro de Macorís hasta el Palacio Nacional, para llevar hasta el presidente Danilo Medina su reclamo de dejar sin efecto la resolución 0-12.
“El Presidente nos prometió que iba a corregir lo que estaba mal y hacer lo que nunca se hizo. Este es el momento. Basta ya de abusos”, dijo Felipe Fortine, coordinador del movimiento “Reconocidos” que agrupa a los afectados.
Los manifestantes reclaman la devolución inmediata de sus actas de nacimiento y cédulas retenidas por la Junta, el cese de los “acosos” de la Dirección General de Migración y un reconocimiento público por parte de la Junta por los daños y perjuicios causados.
A su llegada, los reclamantes se apostaron frente a las oficinas gubernamentales de la avenida México y allí se hicieron sentir vociferando consignas y portando pancartas con sus demandas.
Luego, una comisión de 12 de los afectados fue recibida por Henry Molina, viceministro de la Presidencia, quien les prometió hacer llegar al presidente Medina los reclamos que les fueron entregados por escrito.
