Numerosas investigaciones han mostrado que la tercera edad no tiene necesariamente que ser un período de la vida en el que predomine o se haga inevitable un deterioro fatal de las capacidades físicas e intelectuales.Si los envejecientes muestran la necesaria motivación y la intención de mantener un estilo de vida activo y productivo, y se les propician las condiciones para desenvolverse en un entorno rico y estimulante, en el cual se favorezcan experiencias de aprendizajes y se reconozcan y estimulen los esfuerzos por alcanzar determinados logros, en cuanto a participación en actividades de diversa índole, la senectud puede evitarse o demorarse.
Rosy Pereyra Ariza, geriatra y directora del Instituto del Abuelo, explica que en la tercera edad, la actividad física e intelectual y el interés por el entorno, canalizadas a través de actividades de recreación y ocio productivo, favorecen el bienestar y la calidad de vida de estos individuos.
Explica que aunque en nuestro país existen alrededor de 28 centros diurnos, dirigidos por la Dirección General de Protección al Envejeciente, donde ellos pueden crearse, no se organizan actividades que los estimulen física ni mentalmente, que es lo que estas personas necesitan. “A los adultos mayores les encantan los juegos de mesa como el bingo, el dominó, las cartas, el parche, pues son actividades que le dejan algo que aprender y les permiten relacionarse con personas de su generación, además de desarrollar sus habilidades mentales”, dice Pereyra Ariza.
La experta comenta que visto el problema desde este ángulo, las estrategias para desarrollar programas de ocio y recreación con el adulto mayor, tendrían una función potenciadora de lo individual y lo social, ya que a diferentes niveles y en diferentes formas contribuirán a satisfacer diversas necesidades individuales y actuarán como medio de integración social del adulto mayor.
El ocio y la recreación, desde esta visión, resultan generadores de beneficios múltiples para las personas de la tercera edad, entre ellos se puede mencionar que potencian la creatividad; favorecen el mantenimiento de un funcionamiento psicomotriz adecuado, fomentan los contactos interpersonales y la integración social, mantienen en cierto nivel las capacidades productivas, hacen frente a las disminuciones y limitaciones físicas y, mantienen el equilibrio, la flexibilidad y expresividad corporal.
Las actividades recreativas también sirven como medio de distensión y enfrentamiento al estrés y las tensiones propias de esta etapa de la vida, contribuyen al mantenimiento del sentimiento de utilidad y autoestima personal, fomentan la comunicación, la amistad y ayudan a establecer relaciones interpersonales ricas y variadas y propician el bienestar y la satisfacción personal.
En lo que ellos se pueden involucrar
Las modalidades de recreación en las que pueden incurrir las personas de la tercera edad serían: recreación artística y cultural, deportiva, pedagógica ambiental y comunitaria. Los tipos de recreación artística, cultural, deportiva y pedagógica tienen por finalidad principal servir de estímulo de la creatividad y posibilitar experiencias que contribuyan al bienestar y autoestima de los participantes.
La recreación ambiental, además de propiciar el disfrute de las relaciones con el medio ambiente, propicia la identificación con este, y fomenta el desarrollo de una cultura sostenible y la motivación por su preservación.
La recreación comunitaria se basa en el fortalecimiento de redes de apoyo en especial para las personas que viven solas o tienen escasos recursos económicos .