Con la bendición del padre Bernardo Watzling, de la iglesia Santo Tomás de Aquino, los propietarios del restaurante Il Cappuccino reabrieron su ostería. El espacio ofrece al público que lo visita una variedad de repostería, helados y comida italiana, con un versátil menú dentro de un ambiente clásico y moderno y una imagen completamente renovada.
Claudio Paccagnella, presidente de Il Cappuccino, dijo que el restaurante llega al país en el año 1992 y va tomando un lugar en la sociedad y en el paladar de los dominicanos, gracias al esfuerzo en conjunto y el trabajo con dedicación de su equipo y su chef Franco Franzin.
El ejecutivo sostuvo, además, que en la actualidad representan una buena industria ya que además de los platillos de la ostería y sus restaurantes producen, a nivel local, los fettuccine, ravioli y los tortelloni, así como la pizza a la italiana, repostería, pan y helados.
También importan prosciutto de Parma, y de San Danielle, salami, pancetta, mortadela y toda la línea Levoni.
Al finalizar su discurso, Paccagnella señaló que el restaurante tiene un reto en particular, que es: “nunca está satisfecho con lo que tiene, y seguir tratando de mejorar e innovar en el mercado”.
