¿Sabes lo que es la gimnasia emocional?

L a Organización Mundial de la Salud (OMS) puso de manifiesto, hace ya unas cuantas décadas, que la salud tiene tres componentes fundamentales: biofísico, psicoemocional y social. Ahora, ya en el siglo XXI, el auge del cuidado a los…

L a Organización Mundial de la Salud (OMS) puso de manifiesto, hace ya unas cuantas décadas, que la salud tiene tres componentes fundamentales: biofísico, psicoemocional y social.

Ahora, ya en el siglo XXI, el auge del cuidado a los aspectos físicos de la salud es evidente y el impresionante boom de los balnearios, los centros de talasoterapia, los spas y los profesionales que ofrecen masajes de todo tipo (ayurvédico, reiki, shiatsu, relajante, terapéutico) son sólo una muestra. Y eso es, sin duda, una buenísima noticia.

Sin embargo, algunos ciudadanos que hacen uso de estos servicios están notando que, pasados los beneficiosos efectos inmediatos (relajación, tranquilidad, disminución del dolor), el malestar, la tensión y el nerviosismo vuelven a aparecer al cabo de unos días. 

Es incuestionable, el hecho de que en nuestra sociedad actual, perseguimos con más o menos esfuerzos y éxitos el bienestar físico, para lo que se recurre a diferentes prácticas, pero de acuerdo con los expertos, ha llegado el momento de incentivar también el bienestar y crecimiento psicológico, y para facilitarlo, ellos proponen la gimnasia o educación emocional, con la que el ser humano puede lograr el bienestar interior y exterior.

Cuando hablamos de gimnasia emocional, casi todos pensaríamos en ejercicios para mantener o mejorar la memoria; sin embargo, de acuerdo con Olga María Renville, psicóloga clínica y propietaria del centro Psicológicamente, con esta práctica se trata de ejercitar el mundo emocional y los valores morales que debe tener un individuo para realmente sentirse bien y poder verse bien, ya que si no se siente bien interiormente no podrá proyectar hacia afuera el bienestar.

¿Cómo se logra entonces? Renville explica que para poner en práctica la gimnasia emocional hay que aprender a desarrollar ejercicios y técnicas que se podrán utilizar diariamente y que ayudarán a fortalecerse emocionalmente, a no tener  una baja autoestima, y sobre todo, a que las frustraciones no controlen el estado de ánimo.

La educación emocional provee a las personas de las  herramientas para conocerse mejor, darse seguridad, ayudarse a actuar y relacionarse con los demás de una forma sana y equilibrada.

“Si aprendemos a tener guardados recursos de automotivación y esos mecanismos para poder nosotros mismos levantar nuestra autoestima, entonces vamos a tener siempre una reserva para poder utilizarla en esos momentos en que nuestro ánimo no está de lo mejor”, dice la especialista.

Manejar las emociones por ejemplo, no implica que no vamos a sentir emociones negativas. Hay momentos en nuestra vida donde por ejemplo podemos sentir miedo o enfado.

Esto es natural y no podemos negarlo.
La experta comenta que en la lucha por hacer fortuna y obtener cosas materiales para llenar el interior, las personas pierden la belleza que se posee como ser humano.

Qué más hacer
Uno de los consejos que recomienda Renville para poner en práctica la gimnasia emocional, y que funcione de manera efectiva, es aprender a conocernos a nosotros mismos, identificando las fortalezas y debilidades. 

La experta agrega que algo importante es no tratar de ocultar nuestros defectos porque podríamos exponernos más de la cuenta a situaciones que no podremos manejar correctamente.

“Lo más importante es aceptarnos y amarnos como somos, siempre intentando mejorar las debilidades y empoderarnos y sentirnos dueños de nosotros mismos”, sugiere la psicóloga. l

El ser humano debe premiarse

La mayoría de las personas se pasan prácticamente todo el día trabajando y no sacan tiempo para mimarse, darse un baño relajante, tener una conversación gratificante con una persona positiva y relacionarse con individuos que no sean tóxicos.

Las personas deben “quererse y mimarse” para poder mantener un sistema emocional lo más limpio posible en un mundo tan contaminado como en el que vivimos.

Una medida muy útil, según la especialista, es desde que la persona se levante, higienizar los pensamientos, es decir, no comenzar el día de manera negativa, aunque los ánimos no estén del todo dispuestos para ello.

La gimnasia emocional también se puede potenciar  comiendo lo que se apetece, poniéndose en contacto con la naturaleza, que es una de las fuentes de mayor riqueza para fortalecer las emociones, ir a la playa, observar el mar o darse una buena ducha también es muy beneficioso, ya que el agua también es una fuente de energía muy sana.

La gratitud es otro de los ejercicios que las personas deben aprender a desarrollar dando gracias por todas las cosas positivas que suceden en la vida.

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