Caballero, Cotuí. Marino de Jesús hace cinco años que empezó a trabajar como operario en la minera Caliza Mar y ahora es encargado de Producción. De su labor obtiene los recursos para mantener su hija y sustentar sus estudios.
Como Marino, unas cien personas de esta comunidad, perteneciente a la provincia Sánchez Ramírez, han dejado de depender del machete y la labranza de la tierra, especialmente de la cacaocultura, para cobijarse bajo la sombra de una empresa dedicada a la extracción de agregados, con la finalidad, sobre todo, de transformarlos.
Esa transformación de agregados puede ser en bloques o en morteros, dijo a El Caribe el presidente de la empresa, Fruela Roces. En construcción, se llama mortero a la combinación de aglomerantes y aglomerados. Los más comunes son los de cemento y están compuestos por cemento, agregado fino y agua. Generalmente, se utilizan para obras de albañilería, como material de agarre y revestimiento de paredes.
“En Caballeros hay pocas fuentes de trabajo, si esa empresa desaparece la gente se muere de hambre, porque la mayoría de empleados son de allí”, comentó el sacerdote Nino Ramos, párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, del municipio Fantino, distante a 25 kilómetros de Caballero. La reacción del cura se produce a propósito de algunas quejas de personas por una alegada contaminación de la mina de mármol en Caballero, donde Ramos oficia misas con frecuencia. Caliza Mar fabrica también fundas de papel para envasar cemento y trabaja, además, con mármol decorativo y de fachadas.
El proceso de operación, en materia de agregados, consiste en extraerlas piedras de la tierra y moler las. Una parte de los agregados se diseña para fachadas y otra parte va para carbonatos (agregados de tamaño mucho más exactos, con el que se hacen adhesivos para cerámicas, morteros para pañete y otros productos más complejos).
El capital social de Caliza Mar en la zona de Caballero ronda los RD$500 millones, es decir, unos US$15 millones, según los números que maneja su presidente.
Una parte del dinero logrado de la extracción y procesamiento del material va a la comunidad, como aportación por metro cúbico extraído. Ese dato, ofrecido por el ejecutivo de la empresa, fue confirmado a este diario por el sacerdote Ramos cuando dijo: “Ese negocio deja beneficios al pueblo, pues acaba de hacer un acueducto que costó casi dos millones de pesos y que ahora el síndico de Caballero quiere decir que fue él quien lo hizo”.
El acueducto referido por el religioso tiene unos siete kilómetros. La nómina de la minera envuelve varios millones de pesos por mes, y eso contribuye a dinamizar los colmados y otros negocios informales en sus alrededores, de acuerdo a testimonios recogidos.
Debido a la inexperiencia de los interesados en trabajar en la industria minera, Caliza Mar tiene que formar el personal. “La empresa invierte en formarlos para darles oficio. “Cuando llegamos aquí, hace seis años, los muchachos no sabían manejar un montacargas ni andar con una planta de fabricación de fundas, ni una planta de bloques. Esas personas fueron formadas trayendo técnicos del extranjero”, apuntó Fruela Roces.
Hay oposición
Julia Espinal
Profesora de Caballero
“Aquí el polvillo que emite la mina nos está contaminando. Es una situación que nos lleva a pedir la intervención del Ministerio de Medio Ambiente para que la situación mejore”.
Ojo del estado
Pendiente
Según Medio Ambiente, en una visita el 28 de mayo a Caliza Mar, los técnicos observaron que habían cumplido parte de las recomendaciones emitidas. “Sin embargo, la empresa no ha presentado el plan de manejo de taludes, ni de minado. El área de recepción de combustible para generadores no estaba impermeabilizada y el área de almacenamiento de aceites en el almacén tenía manchas de residuos oleosos y los tanques no poseían muros de contención”.
Hacia afuera
Parte de los morteros elaborados en Caliza Mar se exportan hacia el Caribe, a pesar de que el mercado está deprimido, a consecuencia de la situación que vive el mundo.
Las perspectivas que tiene la empresa son de mantenerse sólida en medio de la situación económica actual y manejar cada día su sistema de producción. “A mediano y largo plazo, aspiramos a seguir creciendo.
En Caballero podemos lograrlo, si no nos afectara tanto el deterioro que presenta la carretera de acceso a esta comunidad”, dijo Fruela Roces.
