No hay ser humano que pueda escapar al foso de los sufrimientos, temprano o tarde la rueda de la vida le llevará hasta allí, pues el sol sale para todos, ricos, pobres, justos, injustos, creyentes o no. A diferencia de lo que muchos han pensado históricamente, el sufrimiento no llega como un caudillo, sino como un maestro. Es el gran rabí de la universidad del dolor. Se ubica en el mismo centro de nuestra zona crítica y comienza diligentemente a impartir su lección. La naturaleza de su existencia es persistir hasta que la enseñanza sea acatada y aprendida. El sufrimiento es un maestro que tiene la facultad de separarnos de la ignorancia, sacar lo precioso de lo vil y quitarle el antifaz a la falsedad.

No hay ser humano que pueda escapar al foso de los sufrimientos. Temprano o tarde la rueda de la vida le llevará hasta allí, pues el sol sale para todos, ricos, pobres, justos, injustos, creyentes o no.A diferencia de lo que muchos han pensado históricamente, el sufrimiento no llega como un caudillo, sino como un maestro.

Es el gran rabí de la universidad del dolor. Se ubica en el mismo centro de nuestra zona crítica y comienza diligentemente a impartir su lección.

La naturaleza de su existencia es persistir hasta que la enseñanza sea acatada y aprendida.

El sufrimiento es un maestro que tiene la facultad de separarnos de la ignorancia, sacar lo precioso de lo vil y quitarle el antifaz a la falsedad.