Sólo sobre presbíteros

INTRODUCCIÓNEl sábado 25 de septiembre de 2010, publiqué un artículo bajo ese mismo título “Sólo sobre presbíteros”, en el que recogí 17 pequeños temas. Puse, entonces, como introducción, el siguiente párrafo: …

INTRODUCCIÓN

El sábado 25 de septiembre de 2010, publiqué un artículo bajo ese mismo título “Sólo sobre presbíteros”, en el que recogí 17 pequeños temas. Puse, entonces, como introducción, el siguiente párrafo:  Muchas veces vienen a mi mente ideas y reflexiones sobre sacerdotes, su vida y ministerio. Nacen ellas de la pastoral cotidiana, del contacto con la Palabra de Dios, de conversaciones con sacerdotes o religiosas, de algunos hechos, de expresiones dichas por laicos, o son simplemente luces del Espíritu, que no puedo dejar pasar por alto.

Pensé recogerlas en un largo artículo. Pero eso no iba a ser práctico. Así que decidí irlas escribiendo una por una, de manera suscinta. Retomo para el título el nombre primero dado a los sacerdotes, el más antiguo, el de presbíteros aunque algunas veces les sigo llamando sacerdotes o padres, como se les dice popularmente.

Hoy transmito otro grupo de esas ideas y reflexiones sobre sacerdotes, su vida y ministerio, que he recogido últimamente. Como les quiero dar continuación, los seguiré numerando, detrás de aquellos primeros diecisiete, a los que me he referido.

18. PERFIL DEL PRESBITERO

El perfil del presbítero diocesano del tercer milenio estará definido por estos siete acentos: un místico y liturgo; discípulo y pastor, formador, a su vez, de discípulos y pastores; un animador de laicos y laicas en la parroquia, comunidad de comunidades; un asesor de alguna tarea diocesana; un predicador y maestro: dará charlas, retiros y cursos; un comunicador: se insertará en los medios de comunicación; un misionero, dentro y fuera de su diócesis.

19. HE VISTO

He visto que la Iglesia (hablo sobre todo de los laicos) perdona con facilidad las debilidades pasajeras de los sacerdotes, incluidas aquellas que se refieren al sexto mandamiento. Sin embargo, le cuesta mucho el perdonar al sacerdote hipócrita, pedófilo, aquel que se empecina en una doble vida, en la dureza de corazón para practicar la caridad con los pobres y en el trato duro a la gente, sea con palabras, con gestos o acciones.

20. LOS RUMORES

Cuando los feligreses hablan mal de un sacerdote: lo dicho o es verdad o una calumnia o está reflejando esa imagen negativa. Si los rumores llegan al obispo, lo apropiado es seguir el método evangélico de la corrección fraterna (Mateo 18, 15-17). A partir de ahí se tomarán las medidas adecuadas para conocer la verdad, para disipar cualquier chisme, corregir si procede y evitar cualquier mal para la comunidad o la fama del sacerdote.

21. EN LAS HOMILÍAS

Cuenta Mons. Arnáiz que su padre, antes de su primera Misa, le dio estos tres consejos: 1. Nunca grites en tus homilías, porque el que grita nunca tiene la razón; y tú siempre la tendrás, porque hablas Palabra de Dios. 2. Nunca regañes a los pecadores en tus homilías. Al contrario, anímalos. 3. No hables mucho en tus homilías, porque entonces hablas tú sólo y no dejas hablar a Dios.

22. EL CELIBATO ES UN ÁRBOL CON FRUTOS

No diga el eunuco: Yo soy un árbol seco. Porque así dice el Señor: A los eunucos que deciden lo que me agrada y perseveran en mi alianza, les daré en mi casa un monumento y un nombre mejores que hijos e hijas; nombre eterno les daré, que no se extinguirá (Isaías 56,3-5). El sacerdote es eunuco, es célibe, por decisión libre para servir a tiempo completo.

23. EL CLERICALISMO

El clericalismo es un término despectivo para designar un modo de actuar de los clérigos, según el cual ellos se imponían en todo, no aceptaban opinión diferente ni daban participación a los laicos. Eran los activos y el resto de la Iglesia era pasiva. Esto trajo como consecuencia que se identificaba la Iglesia con los clérigos. El clericalismo es en la Iglesia lo que el machismo es en la familia.

24. EL HOMBRE ORQUESTA

Se llamaba al sacerdote un hombre orquesta, cuando en la Misa hacía todo: leía las lecturas, rezaba la plegaria eucarística, llevaba y traía las ofrendas. Ni monaguillos tenía. Hoy se le aplica ese nombre también cuando no da participación ni a los laicos ni a las religiosas, no sólo en la Misa, sino en la diversidad de ministerios y acciones pastorales. La Iglesia es un cuerpo con muchos miembros, una orquesta con muchos instrumentos o músicos.

25. VISITAS AL SAGRARIO

Vi a mamá, visitando el Sagrario, cada vez que ella iba a la Iglesia. En el Seminario, íbamos a la Capilla, después de cada comida. También vi a Mons. Polanco pasar por la Capilla de la Casa Episcopal, siempre que salía o entraba. De ahí aprendí a visitar el Sagrario, cuando paso por la Capilla del Arzobispado o una Iglesia. Allí, brevemente, doy gracias o arrojo en el Señor mis problemas.

26. EL TRATO DEL PRESBÍTERO

La vida del sacerdote ha de ser culta y muy social en medio del mundo, pero sin que nunca sea mundana. Su trato será tanto más provechoso a sus prójimos cuanto sea más afable y caritativo, eliminando de él toda afectación, y dejando revestidas sus palabras y acciones de una discreta sencillez, que es encantadora cuando está inspirada por el santo deseo de hacer bien.  (Beato Ciriaco Sancha).

27. SER Y PARECER SACERDOTE

La observancia de las reglas disciplinarias respecto al traje y a la concurrencia a reuniones profanas es de alto interés. El sacerdote no debe participar de la tendencia censurable de algunos hombres, que siendo paisanos, ponen sus delicias en vestir de militares, y si son militares anhelan el dejar el distintivo de tales, por tomar el de paisanos. El sacerdote debe ser y aparecer siempre Sacerdote. (Beato Ciriaco Sancha).

28. FORMAS DE PREDICACIÓN

El sacerdote reúne, por separado, un conjunto de conocimientos muy completo: por la fe (kerygma y catequesis), por las ciencias, por la razón (la Filosofía), por la teología. La teología busca unir la fe, las ciencias y la razón. El gran peligro del sacerdote es dejar atrás los conocimientos sólo de la fe (kerygma), los básicos (catequesis), la relación fe-vida (homilía), y enseñar a su pueblo únicamente teología.

29. AMISTAD SACERDOTAL

Testimonio de dos doctores de la Iglesia, San Gregorio y San Basilio:
Teníamos ambos una idéntica aspiración a la cultura, cosa que es la que más se presta a envidias; sin embargo, no existía entre nosotros tal envidia, aunque sí el incentivo de la emulación. Nuestra competición consistía no en obtener cada uno para sí el primer puesto, sino en obtenerlo para el otro, pues cada uno consideraba la gloria de éste como propia.

30. PÁRROCOS DE AYER, PÁRROCOS DE HOY

30.1- A manera de chiste, contábamos la siguiente anécdota: a un sacerdote canadiense, de los Padres Scarborough, recién nombrado párroco de Hato Mayor en la diócesis de la Altagracia, luego de haber caminado por las calles del pueblo, le preguntaron: -Después de estas visitas a las casas, ¿qué le parecen los dominicanos? La respuesta del padre fue: -Me gustan los dominicanos. Son muy alegres y acogedores. Lo que no me gustó fueron las 25 tazas de café que tuve que tomarme, una por cada casa que visité.

Era la práctica de los párrocos de ayer: al llegar a una parroquia visitaban sistemáticamente toda la parroquia, familia por familia.

30.2- Un joven párroco, procedente de la diócesis de La Vega y misionero en otra diócesis, me contó que, después de haber celebrado su acostumbrada Eucaristía en una comunidad lejana, una pareja se le acercó y le dijo: -Padre, venga a comer con nosotros a nuestra casa. No era ese el plan del padre, pero aceptó. Al final los esposos le dijeron: -No estamos casados por la Iglesia. Gracias a su visita nos vamos a preparar para hacerlo.

Animado por este fruto, se decidió a hacer lo mismo con más parejas de manera consciente y sistemática. Al salir de una de esas visitas, también me contó que saludó a los esposos vecinos. El marido le dijo: – Padre yo soy evangélico. Era católico. Lo he estado observando y al verlo a usted tan cercano y acogedor hemos decidido volver a la Iglesia católica y casarnos por la Iglesia.

Un párroco de hoy, pues, descubre por experiencia propia, la importancia de la pastoral de las visitas sistemáticas a las familias.

30.3- Por su parte, Jesús también visitaba con sentido apostólico las casas, incluso de pecadores y publicanos (Cfr. Mateo 9, 10). Célebre es el relato de Zaqueo (Lucas 19, 1-10). En él Jesús se auto-invita: Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me hospede yo en tu casa. Los resultados de esta visita son de todos conocidos: conversión, devolución de lo robado y dádivas a los pobres.

Los Hechos de los Apóstoles, a propósito del ministerio de los mismos apóstoles, recoge este dato: Ni un solo día cesaban de enseñar en el Templo y por las casas (Hechos 5, 42).

30.4 La V Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida, llama a los párrocos animadores de una comunidad de discípulos misioneros y cada párroco a su vez debe ser un ardoroso misionero que vive el constante anhelo de buscar a los alejados y no se contenta con la simple administración (Aparecida, #201).

El III Plan Nacional de Pastoral ha acogido este llamado vibrante de Aparecida e insiste en la misión sistemática casa por casa.

CONCLUSIÓN

CERTIFICO que todas mis reflexiones e ideas  Solo sobre presbíteros surgen de diferentes fuentes, en medio de mi quehacer pastoral.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los 22 días del mes de septiembre del año del Señor 2013.

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