WASHINGTON. Una de las tormentas solares más intensas en años llegó a la Tierra, pero el planeta posiblemente corrió con suerte.Después de atravesar el espacio durante día y medio, y horas después de llegar a nuestro planeta, las autoridades no reportaron los problemas que temían en las redes de fluido eléctrico, los sistemas de navegación satelital (GPS) o los vuelos de las aeronaves, especialmente en las regiones del hemisferio norte. Estas y otras tecnologías frecuentemente se ven interrumpidas por las nubes de partículas cargadas de electrones.
Los principales indicadores mostraron que esta tormenta es 10 veces más grande que el viento solar que normalmente llega a la Tierra. La tormenta, que comenzó con un enorme destello a principios de la semana, creció a medida que se alejó del Sol, expandiéndose como una pompa colosal de jabón. Los científicos calculan que las partículas se movieron a más de 6 millones de kilómetros por hora (4 millones de millas).
Los astrónomos dijeron que el planeta tiene una orientación al norte que es “muy benigna”. Si estuviera más hacia el sur, el fenómeno habría causado más daño a las telecomunicaciones.
La tormenta es parte del ciclo normal de 11 años del Sol, que se supone debe llegar a un pico de tormentas el año próximo.
