¿Trabajan ustedes en equipo?

Dicen que el Papa y el campesino saben más que el Papa solo. El grado de unidad para hacer algo es lo que determina el éxito o el fracaso…

Dicen que el Papa y el campesino saben más que el Papa solo. El grado de unidad para hacer algo es lo que determina el éxito o el fracaso de cualquier empresa en la que nos involucremos. A esto se agrega la necesidad de una alta dosis de amor por lo que se hace, pues sin amor toda obra carece de base y se derrumba con el menor viento.

Me fascina observar esos pequeños animales que se preparan para atrapar una presa de gran tamaño. En grupo son invencibles. Existe una coordinación perfecta. Los actores cumplen su papel, ni más ni menos. Y hasta en la repartición del festín cada uno sabe el momento en que le toca comer y la cantidad que requiere o merece.

Por el contrario, hay ciertos seres vivos, en especial aquellos de naturaleza humana, que consideran que vinieron al mundo exclusivamente para vivir ellos, como si fueran los protagonistas del universo. Todo gira en torno a sus figuras.

Se creen indispensables para los demás. No toman en cuenta al prójimo. Juran que las ideas y la labor del otro son basura que ni para reciclaje es buena. Son tan egoístas que cuando son solidarios lo hacen sólo por conveniencia particular.

Y no importa que sean destacados en un área, pues el talento que no se comparte o que no promueva la fraternidad, hace más mal que bien, sobre todo en la paz espiritual de quien lo posee.

Los seres innobles no duermen bien, se les retuerce la conciencia a cada segundo, aunque aparenten felicidad. Donde esas personas están, el fracaso es inevitable, el cual en ocasiones es disfrazado de éxito material, y en consecuencia, efímero. Son contaminadores del ambiente que habitan, y los que están en su entorno, si no escapan rápido de allí, respirarán pesados aires de intriga y de mediocridad.

Saber trabajar en equipo es una gran virtud. Es condición de las personas superiores reconocer que todo proyecto o meta se alcanza uniendo voluntades, cada cual asumiendo su responsabilidad y punto, siempre en armonía con el conjunto, ya que una desviación de apenas uno puede ser fatal para el conglomerado.

En los pueblos ocurre igual. Ninguna sociedad avanza si carece de nociones claras sobre su futuro, donde su gente se mantenga abrazada en las ideas y en la acción, con propósitos definidos, con un alto sentido de compenetración y comprensión entre sus miembros.

Estas reflexiones las hago porque si no logramos conformar un buen equipo de trabajo en nuestro entorno, compuesto por personas preocupadas por el bien común, el provenir de nuestras instituciones o negocios será triste. Saber trabajar en equipo es la clave del triunfo. l

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