Tres años de grandes logros

Ya hace tres años que Danilo Medina juró como presidente constitucional, en unas elecciones igual de transparentes que esta gestión de gobierno que ahora inicia su trayectoria hacia el tramo final.

Ya hace tres años que Danilo Medina juró como presidente constitucional, en unas elecciones igual de transparentes que esta gestión de gobierno que ahora inicia su trayectoria hacia el tramo final.Danilo no nos ha defraudado, sobre todo a quienes apostamos al buen orden y soñamos con una sociedad diferente. Creo que el Presidente también ha de sentirse satisfecho, porque su obra de gobierno tiene como carta de presentación fecundas iniciativas desarrolladas para provecho colectivo.

Danilo Medina ha sido coherente con su promesa de hacer un gobierno incluyente, sin distinción ni privilegios al momento de distribuir los beneficios que se desprendan de sus ejecutorias.

Es preciso recordar que cuatro años, y menos tres, no serán jamás suficientes para resolver las deudas acumuladas con el pueblo dominicano. Pero sí es justo reconocer que el interés supremo de Danilo sigue siendo convertir las angustias y frustraciones de la gente en esperanzas de un futuro más próspero.

En el campo práctico, Danilo ha demostrado que es posible concretizar el sueño compartido de vivir en una patria realmente digna para todos. No cabe duda, el hijo mimado de Arroyo Cano ha hecho “lo que nunca se había hecho” en el Estado dominicano, muy a pesar de los tiempos difíciles y de grandes desafíos, locales y devenidos del escenario mundial, en que ha tenido que gobernar.

El balance de su Administración es positivo y legitimado por su incuestionable vocación de servicio. Su trabajo incansable, metódico y apartado de la parafernalia a que nos tienen acostumbrados nuestros políticos, es más que elocuente para definir su estilo de gobierno.

Al evaluar el saldo de este período, debemos colegir que tres años le alcanzaron para hacernos entender que con voluntad real y sin poses fingidas para ganar adeptos políticos-partidarios, se pueden alcanzar grandes resultados. Esto explica que sea el Presidente mejor valorado y con la más alta popularidad, no sólo en la historia política de República Dominicana, sino de toda la región del Caribe.

En la agenda de trabajo de Danilo y las acciones para materializarlas, no existe la palabra descanso. El pueblo puede sentir a un Presidente cercano, que se involucra con sus problemas más puntuales, porque escucha sus quejas, inquietudes y reclamos, despachando desde las localidades más recónditas de nuestra geografía nacional.

Por estas cualidades de un mandatario sincero y humilde, hoy, tres años después, puedo decir a viva voz que me satisface sobremanera la coyuntura política que en el 2012 nos llevó a unir esfuerzos para hacer posible el proyecto de gobierno de Danilo Medina, a través del pacto Concertación Patriótica suscrito en ese entonces con mi partido, el Reformista Social Cristiano (PRSC).

Somos conscientes de los retos que aún quedan por delante como nación democrática. La sociedad reclama mayor certeza en cuestiones tan apremiantes para el desarrollo nacional, como la seguridad ciudadana, el tema eléctrico y en seguir estrechando el abismo que separa a ricos y pobres.

No obstante su responsabilidad constitucional, el presidente Medina no podrá solo con la misión de conseguir el estado de bienestar que buscamos. Debemos vincularnos de forma activa y desinteresada a este propósito.

Sólo así podremos, como Estado, cambiar el caos por la institucionalidad; las iniquidades por la justicia; el irrespeto por la observancia; la desilusión por la certidumbre y los privilegios por la inclusión.

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