Tres preguntas importantes antes de iniciar un negocio

En estos días un amigo me presentaba un plan de negocio para su nuevo proyecto. Estaban las ventas proyectadas, gastos proyectados, posibles inversiones, plan de ventas, plan estratégico, estados proyectados, etc, etc. Sin embargo, al final de su…

En estos días un amigo me presentaba un plan de negocio para su nuevo proyecto. Estaban las ventas proyectadas, gastos proyectados, posibles inversiones, plan de ventas, plan estratégico, estados proyectados, etc, etc. Sin embargo, al final de su interesante presentación  le hice tres preguntas que considero básicas. Lo primero, cuánto era su aspiración de rentabilidad; lo segundo, hasta qué punto estaba dispuesto a gestionar el negocio, y tercero si tenía un plan de escape en caso de que las cosas no le salieran como lo había planteado.

Veamos porqué me concentro básicamente en estos tres puntos antes de ver los aspectos de proyecciones y números fríos del negocio. ¿Cuánto es su aspiración de rentabilidad esperada? Con esta pregunta comenzará todo. Si usted dispone de un capital ¨X¨ debe de saber que  ese capital en un negocio ¨Y¨ le  puede dar una rentabilidad máxima que la determinará el mercado de ese negocio, que pudiera no ser necesariamente la que usted espera. Por ejemplo, si invierte su dinero en un certificado  financiero la banca le pagará una tasa máxima de rentabilidad, igualmente si hace una inversión de tipo inmobiliaria o decide vender algún bien.

Lo segundo es, hasta qué punto está usted dispuesto a gestionar ese negocio que va a iniciar. Procure que el mismo vaya acorde a su estilo de vida, a sus hábitos personales, a su experiencia o costumbres; procure al mismo tiempo relajarse, disfrutar de su inversión y sentirse cómodo. De lo contrario posiblemente saldrá corriendo de esa inversión aunque le sea rentable. Lo tercero y último es un plan de escape. Por lo general siempre entendemos que tenemos todos los riesgos controlados, el socio perfecto y que el viento siempre estará soplando a nuestro favor, lo cual nunca es cierto, pero mucho menos seguro, por lo que le sugiero prepararse y tener listo siempre una opción B o un plan de escape. Ah!..Cabe mencionar que el amigo no tenía esas respuestas claras, por lo que replanteó su negocio.

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