Dice el senador Pedro Catrain que el PLD quiere convertir el Congreso en un circo, a propósito de la ácida confrontación alrededor de la Ley de Extinción de Dominio. La expresión del legislador por la provincia Samaná no fue la más feliz, ya que tenía a manos muchos otros ejemplos. Hablar de circo remite inmediatamente a pensar en payasos, y ahí se complica el asunto porque si bien con el susodicho proyecto los senadores dan tantas volteretas, cual trapecistas circenses, no es para tanto. Mejor ejemplo podría ser el “corroboro, corroboro” de Alix, o llamar a la reflexión porque este Senado está haciendo historia por la baja calidad del debate y porque es más la bulla que sale del Congreso que leyes de interés nacional.

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